El gigante asiático de los routers, TP-Link, ha vuelto a cambiar su sede un año después de salir de China y apuesta ahora por Estados Unidos, un movimiento con el que busca reafirmar su presencia en el país y eliminar las dudas sobre sus vínculos con Pekín.
En los últimos años, diferentes organizaciones de ciberseguridad y el propio Gobierno de Estados Unidos han puesto en entredicho a TP-Link por supuestos vínculos con el régimen chino. Ahora, sin embargo, la compañía responde con un nuevo cambio de sede, que pasa de estar en Singapur a estar en Estados Unidos.
Concretamente, la sede se ubicará en Irvine (California), donde también se encuentra la sede local de TP-Link USA, que pasará a fusionarse con TP-Link Global para crear TP-Link Systems Inc.
“Al establecer nuestra sede mundial aquí asumimos un compromiso a largo plazo con los consumidores y las empresas estadounidenses”
“El traslado de nuestra sede mundial a Estados Unidos representa un momento crucial en la historia de TP-Link, ya que refuerza nuestro compromiso con el mercado estadounidense y mejora nuestra capacidad para innovar y competir a escala mundial”, explica Jeff Barney, recién nombrado presidente de TP-Link Systems Inc. “Al establecer nuestra sede mundial aquí, en Estados Unidos, no sólo ampliamos nuestra presencia, sino que asumimos un compromiso a largo plazo con los consumidores y las empresas estadounidenses”, defiende el directivo.
Hasta ahora, la compañía, en manos del grupo singapurense Big Field Global desde octubre de 2023, operaba con sedes duales en Singapur y en California, pero ahora la nueva sede global actuará como eje central de las operaciones de la compañía en todo el mundo, y todas las oficinas dependerán directamente de la sede mundial en Estados Unidos.
Nuevo presidente global, también estadounidense
En otro guiño a las autoridades estadounidenses, la compañía ha nombrado al Jeff Barney como nuevo presidente global de TP-Link, cargo que asume tras haber sido director de operaciones de TP-Link USA durante años y sumando más de 25 años de experiencia en el sector tecnológico.
Ambas decisiones buscan eludir precisamente las posibles sanciones estadounidenses que se están estudiando en el seno del Departamento de Comercio. Hace un año, la matriz vendió la compañía a BFG, un grupo creado en 2020 que anteriormente se denominaba TP-Link Technologies y actuaba como una subsidiaria de la matriz global, tal y como avanzábamos en exclusiva en Zonamovilidad.es.
En los últimos años, la compañía ha ido derivando a Big Field Global buena parte de sus acciones en Occidente, como por ejemplo la publicación de las aplicaciones en la App Store de Apple y Play Store de Google, que anteriormente se subían desde un perfil oficial de TP-Link y desde hace tres años se publican desde uno de BFG group.