Siguiendo esta línea, un portavoz de la empresa ha declarado que no hay indicios de una violación de datos. “Thyssenkrupp es actualmente el objetivo de un ataque cibernético, presumiblemente por parte del crimen organizado. En este momento, no se han producido daños, ni hay indicios de que los datos hayan sido robados o modificados”, así lo ha explicado.
Es importante recalcar que este no es el primer ataque que sufre la empresa. En 2012, la empresa fue blanco de otro ciberataque que fue clasificado como “pesado” y de “calidad excepcional”. Y por si fuera poco, en 2016, presuntos actores de amenazas asiáticos atacaron a ThyssenKrupp para robar secretos de la empresa. En este caso, los investigadores creen que el ataque fue llevado a cabo por un grupo de piratas informáticos profesionales del sudeste asiático que estaban interesados en el conocimiento tecnológico y las actividades de investigación de la empresa.
El 28 de diciembre de 2020, el grupo de ransomware NetWalker invadió el grupo de empresas ThyssenKrupp Materials con sede en EE. UU. y Canadá. De este modo, los piratas informáticos accedieron a información y documentos confidenciales de recursos humanos sobre los empleados actuales y anteriores de la empresa. Dentro de esta información confidencial, se incluye el SSN y la información de la cuenta bancaria de los empleados.
Por consiguiente, en agosto de 2020, ThyssenKrupp System Engineering fue atacado por el grupo de ransomware Mount Locker. Y lo más reciente, en enero de 2021, una subsidiaria de ThyssenKrupp fue víctima de un ciberataque de ransomware que provocó el cifrado de sus servidores y estaciones de trabajo de los empleados.