Telefónica del Perú ha decidido acogerse al Procedimiento Concursal Ordinario (PCO), una medida que busca asegurar la estabilidad financiera de la filial peruana y garantizar la continuidad de los servicios de telecomunicaciones que ofrece a sus más de 13 millones de clientes.
Esta decisión, aprobada por el comité ejecutivo de la empresa, tiene como objetivo reestructurar las obligaciones financieras y hacer frente a una serie de desafíos económicos que han afectado al operador en los últimos años.
La decisión de Telefónica del Perú de solicitar el concurso de acreedores responde a una serie de contingencias fiscales de más de 20 años de antigüedad, que han complicado la situación financiera de la compañía. Además, las decisiones administrativas que han colocado a la empresa en una posición desfavorable dentro del competitivo mercado peruano han contribuido a esta crisis.
El proceso de reestructuración no implicará una liquidación ni la quiebra de la empresa
A pesar de estos obstáculos, la compañía ha insistido en que el proceso de reestructuración no implicará una liquidación ni la quiebra de la empresa. Por el contrario, permitirá a Telefónica del Perú negociar con sus acreedores y proteger su capacidad de seguir operando en el país.
Elena Maestre, presidenta ejecutiva de Telefónica del Perú, defiende así que “después de evaluar diferentes alternativas para asegurar la estabilidad financiera de la compañía, llegamos a la conclusión de que acogernos de manera voluntaria al PCO es el mejor camino para proteger la prestación de los servicios de telecomunicaciones a los peruanos”.
Inyección de capital y apoyo de Telefónica Hispanoamérica
Para asegurar que el proceso de reestructuración sea exitoso, Telefónica Hispanoamérica, la matriz de Telefónica del Perú, ha concedido una línea de crédito de 394 millones de euros. Este crédito se destinará a cubrir las necesidades operativas inmediatas, lo que permitirá a la compañía seguir prestando sus servicios de telecomunicaciones sin interrupciones. La ayuda financiera proporcionada tiene un vencimiento de 18 meses y una tasa de interés del 29,13%, lo que permitirá a Telefónica del Perú hacer frente a las deudas más urgentes.
Este paso también tiene como objetivo fortalecer la posición financiera de Telefónica del Perú, que actualmente está en pleno proceso de modernización de su red móvil y de expansión de su servicio de fibra óptica, con más de un millón de hogares conectados a esta tecnología a finales de 2024.
Qué pasa con el CIADI
En cuanto al proceso judicial en curso ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI), Telefónica del Perú continúa esperando una resolución en la que reclama al estado peruano 1.122 millones de euros por daños y perjuicios relacionados con impuestos y provisiones fiscales. Esta resolución tendrá un importante impacto en la situación financiera de la empresa.