Con este nuevo acuerdo, ambas partes incrementan su participación en Telxius Telecom, la filial de infraestructuras de que actualmente tiene como principal activo el control de los cables submarinos.
De este modo, con la compra de su participación a KKR, Telefónica aumenta su control hasta el 70% y Pontegadea lo amplía hasta el 30%. Para ello, se ha invertido unos 215,7 millones de euros, aunque la cifra está aún pendiente de concretar por los ajustes que hacen falta tras la venta del negocio de las torres hace un año.
La decisión no deja de ser una sorpresa en el mercado ya que se esperaba que Telefónica se desprendiera de estos activos al igual que hizo con las torres y llevaba meses buscando comprador, sin embargo, ha optado por ampliar su participación, una cuestión que algunos expertos del sector leen como una oportunidad para que la teleco española tenga más soltura a la hora de tomar la decisión de venta, sin depender de la opinión de KKR.
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94.000 kilómetros de red
Más allá de eso, la compañía destaca el potencial de su red de cables, la que asegura que es la más grande y con mayor potencial del mundo, al ser una red internacional de cables submarinos de fibra óptica de gran capacidad con unos 94.000 kilómetros, entre los que destacan Marea, Brusa y Mistral, así como SAm-1.
Asimismo, con su red IP Tier 1, Telxius Telecom proporciona conectividad directa a internet con una cobertura de 93 puntos de presencia y 27 estaciones de amarre en 23 países, conectando Estados Unidos, América y Europa con el resto del mundo.
Como toda gran operación, el proceso tendrá que ser aprobado por los correspondientes reguladores, pero no se espera ningún impedimento al respecto y se confía en tenerlo cerrado en el primer semestre del año.