29/07/2024@09:00:00
Si atendemos a sus biógrafos, no nos queda claro si el Premio Nobel de Literatura de 1922, el español Jacinto Benavente, era un pro soviético peligroso, un monárquico entregado, un conservador de libro o un franquista adaptado. Pero lo que sí sabe todo aquel a quien le guste la literatura, es que su legado incluye una crítica a la falsedad social y una defensa de la sinceridad y la integridad personal, temas a los que, todo indica, que la sociedad en todos sus estamentos ha vuelto la espalda.