La escasa representación femenina en el ámbito de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) se convierte en un tema preocupante en la educación secundaria. Un reciente estudio de ASTI Talent & Tech Foundation revela que solo el 1% de las estudiantes de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) considera estudiar un grado relacionado con las TIC. Esta falta de interés se atribuye a diversos factores, entre los que destacan la ausencia de referentes femeninos en estas profesiones y la falta de orientación académica adecuada.
El análisis, titulado "El Observatorio Mujer y STEM: ¿qué piensan las jóvenes españolas?", se basa en 891 cuestionarios aplicados a alumnas desde 3º de ESO hasta la universidad en diferentes provincias de España. Su objetivo es comprender las percepciones y creencias de las jóvenes sobre las materias de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM) a lo largo de su trayectoria educativa.
La Fundación ASTI busca identificar las causas de la baja participación de mujeres en el ámbito STEM para fomentar el desarrollo de talento en este sector. Para ello, el estudio utiliza el concepto de "identidad STEM", que evalúa dimensiones como el rendimiento académico en áreas STEM, las expectativas familiares, el interés por las ciencias y la orientación académica.
Los resultados indican que, a medida que las alumnas avanzan en su educación, su interés en carreras tecnológicas disminuye
Los resultados indican que, a medida que las alumnas avanzan en su educación, su interés en carreras tecnológicas disminuye. En 4º de ESO, un 32% opta por la asignatura de Tecnología y Digitalización, pero este porcentaje cae al 14% en 1º de Bachillerato. En contraste, las materias de Física y Química, así como Biología, son más atractivas, con un 98% y un 91% de interés, respectivamente, en ESO.
La falta de referentes es un factor clave en esta desafección. Un 67,5% de las alumnas no tiene padres o madres que trabajen en profesiones STEM, y un 38% señala que a sus progenitores no les gustaría que eligieran un grado en estas áreas. Sin embargo, el apoyo familiar es un aspecto positivo, ya que el 60% de las alumnas de ESO y el 65% de las de Bachillerato cuentan con expectativas favorables por parte de sus padres hacia una carrera STEM.
La metodología de enseñanza también juega un papel crucial. Un 86% de las alumnas considera que la forma en que los profesores abordan las materias STEM influye en su interés. Además, un 85,55% busca motivación en sus docentes para explorar estas carreras.
A pesar de los esfuerzos por cerrar la brecha de género en las competencias STEM, persisten desafíos significativos. La falta de referentes femeninos, la insuficiencia de orientación académica en los centros educativos y la escasa información sobre las carreras STEM siguen siendo barreras que dificultan la inclusión de las mujeres en el sector tecnológico. La Fundación ASTI continúa trabajando para abordar estas cuestiones y fomentar un entorno más inclusivo y equitativo en el ámbito de la tecnología.