La desconexión entre la percepción de los directivos sobre la inteligencia artificial y la realidad de los empleados es notable, según un reciente informe de WalkMe. A pesar del aumento significativo en la inversión en IA, que se prevé que crezca un 64% en 2025, solo el 25% de los trabajadores afirma utilizar esta tecnología para mejorar su eficiencia.
El informe revela que mientras el 78% de los ejecutivos confían en sus estrategias de gestión del cambio, solo el 28% de los empleados considera haber recibido la formación necesaria para utilizar la inteligencia artificial de manera efectiva. Además, solo un 32% se siente seguro al emplear estas herramientas en su trabajo diario. Esta discrepancia se hace evidente al observar que los directivos priorizan el análisis del rendimiento y la automatización de tareas, mientras que los empleados buscan orientación práctica y herramientas que les ayuden a superar obstáculos.
A pesar de las expectativas de los ejecutivos, que creen que la IA debería aumentar la eficiencia en un 50%, solo un cuarto de los empleados reporta utilizarla para mejorar su trabajo. La investigación también destaca que el éxito en la implementación de la IA depende en gran medida de la capacitación y el apoyo a los empleados, sugiriendo que las organizaciones deben crear un ecosistema que facilite el uso cotidiano de estas herramientas.
Las empresas que han logrado integrar con éxito la inteligencia artificial comparten prácticas clave, como la formación continua de los empleados y la evaluación del uso de la tecnología. El informe concluye que aquellas organizaciones que abordan esta brecha entre la visión ejecutiva y la capacitación del personal están mejor posicionadas para aprovechar todo el potencial transformador de la inteligencia artificial, asegurando al mismo tiempo el compromiso de sus trabajadores
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