¡Paren las máquinas! ¡Llega algo nuevo! La nueva generación de los auriculares Elite de Jabra vienen con un estuche de carga que cuando se conecta a una tele o una radio las convierte en BlueTooth. Y claro, cancelación de ruido mejorada, sonido espacial, resistentes al agua...
Ya desde comienzo de este siglo y milenio, allá por el 2020, primer año de la era pandémica, la percepción que teníamos de Jabra en España comenzó a cambiar radicalmente. De ser una compañía que se dedicaba a fabricar equipos para comunicaciones empresariales se convirtió en una marca de auriculares de consumo que se codeaba con lo mejorcito.
Desde entonces ha ido profundizando en la misma dirección de calidad e incorporación de las últimas tecnologías de mejora de cancelación, aumento de calidad de sonido, sonido espacial... y llevándolo tanto a sus auriculares de botón como a los de diadema. Hemos ido publicando pruebas en estas mismas páginas y los resultados han sido realmente buenos.
Con la nueva generación de auriculates Elite, los Elite 8 Active Gen 2 y Elite 10 Gen 2, han dado un paso más adelante y han presentado una tecnología que yo no había visto. Y me parece un poco de magia: puedes conectar el estuche de carga a (casi) cualquier aparato de música que tenga al menos un puerto mini jack (lo tienen hasta los transistores del abuelo) y se convierte en un transmisor Bluetooth LE al que podemos emparejar los auriculares inalámbricos.
He estado probando los Jabra Elite 8 Active Gen 2. Sobre todo para ver cómo funcionaba esta maravilla. Los he conectado a un televisor que no tiene audio por Bluetooth y también a un transistor de hace 20 años que, lógicamente, tampoco cuenta con tecnología BT. ¡Y funciona! Ya con eso me parece todo un logro.
Tienes que emparejar los auriculares con tu teléfono, activar en la aplicación Sound+ de Jabra el botón de Sonido espacial, conectar el estuche de carga con el aparato que quieras escuchar con el cable suministrado (es un UCB tipo C con un adaptador a mini Jack), pulsar el botón frontal del estuche y ¡voilà! estás escuchando en tus auriculares inalámbricos una tele o una radio o una cadena que no tienen BlueTooth.
En Jabra hacen especial hincapié en conectarlo a la cinta de correr del gimnasio o al equipo de entretenimiento de los aviones. Pero tiene aplicaciones interesantes dentro de casa.
Por probar, también he probado a conectar auriculares de otras marcas, pero no se conectan a la red que genera el estuche de carga (por cierto, en las fotos se ve como gris, pero es de color caqui).
El modelo que estoy probando se llama Active con motivo. Está pensado para hacer deporte con ellos -llámalo bailar, correr, montar en bici... o caminar hasta llegar sudoroso y rendido-. Así que tiene que ser de un material que por un lado sea resistente al agua de la lluvia y al sudor y, por otra parte, que a pesar de eso no sea irritante. Además, tiene que sujetarse bien para que no se caiga con un salto o un giro. Lo cumple de sobra: tiene buena sujeción y es IP68 (cumple además el estándar MIL-STD-810h), la máxima resistencia frente a agua y polvo en equipos electrónicos de consumo.
Cancelación de ruido
Pero, se trata de unos auriculares con una buena cancelación de ruido ambiental. Eso, haciendo deporte (o caminando por la calle) en una ciudad es peligroso, así que no sólo han mejorado la cancelación activa de ruido ambiente, sino el HearThrough que permite escuchar lo que sucede alrededor.
Tienen un buen sonido tanto de entrada como de salida. La reproducción es buena, basada en un diafragma de seis milímetros de diámetro y en el trabajo de Dolby Audio. Para cancelación y para las conversaciones cuenta con seis micrófonos (trabaja bien eliminando el efecto del viento en las llamadas telefónicas). Y es multipunto, una característica que valoro mucho.
Autonomía
En cuanto a la autonomía, depende del uso que hagamos de la cancelación activa de ruido. Es este caso consume bastante: pasa de las 14 horas sin utilizarla a las ocho horas con la ANC (Active Noise Cancellation). El estuche permite otras tres cargas. Es compatible con carga inalámbrica y tarda unas tres horas para una recarga completa del estuche.
Cada auricular pesa apenas cinco gramos; el estuche, 47,5 y cuesta 229,99 euros.
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