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martes 04 de junio de 2024, 09:30h

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Siete años de actualizaciones, el sistema operativo más inteligente de la actualidad y una de las mejores cámaras de smartphone posicionan al Google Pixel 8a como una de las opciones más interesantes de la gama media

Google continúa un año más apostando por su familia Pixel A, los dispositivos más asequibles de la compañía, que cada año van aumentando en popularidad y recortando su diferencia de especificaciones con sus hermanos mayores. Por 500 euros los usuarios podrán hacerse con lo último de Android y una de las mejores cámaras del mercado.

Diseño

Muy continuista respecto a sus hermanos mayores, el Pixel 8a adopta la nueva línea de diseño de la última generación de dispositivos de Google, redondeando los bordes. Esta nueva forma es más cómoda de sujetar, por lo que es un cambio bienvenido. El aspecto físico es uno de los grandes diferenciadores de la familia A, que para ahorrar costes y poder ofrecer dispositivos a un precio más reducido hace uso de materiales más humildes. Por ejemplo, plástico en lugar de cristal para la parte trasera y el ya característico módulo de cámaras.

Sin embargo, el plástico utilizado para la construcción de este dispositivo es de muy buena calidad, con un acabado mate que simula al cristal y además sirve para ocultar las molestas manchas de las huellas que aparecen en los dispositivos con traseras brillantes. Si que es ligeramente más resbaladizo por lo que hay que tener un cuidado extra para no dejar caer el dispositivo, o hacer uso de una funda para protegerlo de golpes accidentales.

El plástico utilizado para la construcción de este dispositivo es de muy buena calidad, con un acabado mate que simula al cristal

El tamaño del Pixel 8a es compacto —al menos para los estándares de los smartphones de gama media actuales, que tienen a tener pantallas cercanas a las 7 pulgadas— pero no especialmente ligero, situándose en 188 gramos. En lo relativo a la disposición de sus elementos, en el marco derecho, que está fabricado en aluminio, se encuentran los botones de volumen y encendido, también del mismo material que el canto, con una pulsación muy satisfactoria, con recorrido y firme. El borde derecho contiene la ranura para la tarjeta sim (el Pixel 8a no permite aumentar la memoria vía MicroSD). El canto inferior ubica el puerto de carga USB Tipo C y la salida de los altavoces, que se complementan con los frontales para crear un efecto estéreo. El dispositivo cuenta además con certificación IP67 frente al agua y al polvo, asegurando que resistirá a salpicaduras accidentales.

Rendimiento y batería

El Pixel 8a cuenta con el mismo procesador que el Pixel 8 y 8 Pro, el Tensor G3, diseñado por la casa y fabricado por Samsung. Esto supone que el rendimiento general de este dispositivo se puede equiparar al de un gama alta, por el cual habitualmente hay que desembolsar una cantidad muy superior a los 500 euros que marca el precio del equipo.

El dispositivo se comercializa en dos variantes, la más modesta incluye 128 GB de almacenamiento, y se puede aumentar hasta 256 GB por 609 euros.

El Tensor G3, si bien está un escalón por debajo en potencia bruta respecto a sus homólogos de Qualcomm como el Snapdragon 8 Gen 3, es un procesador muy capaz, con una arquitectura de 4 nanómetros y 9 núcleos. Le acompaña la GPU Immortalis-G715s MC10, que permite una excelente experiencia en aplicaciones más demandantes como juegos con alta calidad gráfica. En estas situaciones saca músculo, proporcionando una experiencia fluida, sin tirones, incluso con la calidad de los detalles del juego puesta en modo alto. Si se tuviese que poner un pero, en ciertas ocasiones puede calentarse de más, aumentando el consumo de la batería más rápidamente y llegando a ser algo incómodo de sujetar por la temperatura del dispositivo.

En cuanto a las opciones de memoria, como hemos visto anteriormente, el Pixel 8a no dispone de posibilidad de ampliar el almacenamiento mediante el uso de una tarjeta MicroSD, por lo que hay que conformarse con las opciones de memoria que ofrece Google. El dispositivo se comercializa en dos variantes, la más modesta incluye 128 GB de almacenamiento, y se puede aumentar hasta 256 GB por 609 euros. Para ambas versiones es almacenamiento UFS 3.1 y vienen acompañadas de 8GB de memoria RAM LPDDR4X. Estas configuraciones son exactamente las mismas que las del Pixel 8, siendo el 8 Pro el único modelo que llega hasta 12GB de memoria RAM.

En términos generales, el rendimiento del dispositivo es muy bueno, la navegación por la interfaz, menús y aplicaciones se siente fluida, gracias a la buena optimización del chip con Android 14, especialmente si se tiene en cuenta que como ocurre con el Iphone, ambos están ideados por el mismo fabricante.

La batería era una de las tareas pendientes del Pixel 7a pues, si bien no era mala, estaba por debajo de muchos de sus competidores. Por suerte Google ha anotado las quejas respecto a la generación anterior y la autonomía ha mejorado notablemente. Y decimos la autonomía, puesto que el tamaño físico de la batería solo se ha incrementado en poco más de 100 mAh, pasando de 4385 mAh a 4492 mAh en el Pixel 8a. Con esta cantidad y un uso medio alto del equipo: redes sociales, escuchar música, algo de consumo multimedia, se pueden alcanzar algo más de 6 horas de pantalla activa. Como punto negativo es obligatorio mencionar que la carga ultra-rápida de la que presumen muchos de los equipos de su misma gama de precios, en el Pixel 8a es inexistente.

Pantalla

En cuanto a su pantalla, el Pixel 8a monta un panel de 6,1 pulgadas con formato 20:9 y una resolución de 2400 x 1080 píxeles, lo que aporta una densidad de píxeles por pulgada de 430. En líneas generales nos encontramos ante una buena pantalla, sin grandes alardes. La representación del color es correcta, con dos modos de visualización según el usuario prefiera por tonalidades más saturadas o más naturales.

Uno de los aspectos que más ha llamado la atención son los marcos que rodean la pantalla, presentando unos bordes bastante gruesos para lo que acostumbran los teléfonos inteligentes en la actualidad. Sin lugar a dudas, peor que el grosor exagerado que muchos teorizan se debe a que Google busca diferenciar al Pixel 8a de su hermano mayor el Pixel 8— es la asimetría de los marcos, con el borde inferior siendo más ancho que el resto. Hay dispositivos de precios similares e incluso inferiores que incluyen bordes simétricos, mejorando en gran medida la estética del equipo, por ejemplo el Nothing 2a.

En cuanto a la protección del panel, el Pixel 8a cuenta con Gorilla Glass 3, una diferencia frente a la gama Pixel 8 y 8 Pro que hacen uso del más avanzado Gorilla Glass Victus. El dispositivo cuenta con un lector de huellas bajo la pantalla. Se trata de un lector óptico que tiene un buen rendimiento, desbloqueado el equipo con rapidez y apenas presentando lecturas erróneas.

Una característica destacada del panel del Pixel 8a es que pasa de los 90Hz de la previa generación a los 120Hz.

Una característica destacada del panel del Pixel 8a es que pasa de los 90Hz de la previa generación (una de las principales quejas de los usuarios, dado que otros terminales con precios inferiores disponían de una tasa de refresco más elevada) a los 120Hz. Pese a que por defecto viene aplicado el modo de 60Hz para ayudar a conservar la batería, solo se necesitará acudir a los ajustes para activar la tasa superior y disfrutar de una interfaz más rápida y con mayor fluidez. Y este no es el único progreso del panel respecto al Pixel 7a, dado que el brillo máximo también ha sufrido una importante mejora, pasando de los 1100 nits de brillo máximo hasta los 2000 en el nuevo modelo, asegurando una visibilidad completa incluso con la luz solar incidiendo directamente sobre la pantalla en exteriores.

Cámara

Generación tras generación del Pixel, Google sigue demostrando que son los reyes en cuanto a fotografía en smartphone se refiere. Este Pixel 8a no es diferente, plantando cara a dispositivos de precios muy superiores e incluso mejorando su rendimiento. Este año se añaden varias características de IA que elevan aún más la experiencia fotográfica de los terminales de la gran G, tanto en el proceso de toma de fotos como en la edición posterior de las mismas.

En cuanto al hardware de la cámara, no ha sufrido modificaciones respecto a la previa generación, si bien tampoco eran estrictamente necesarias ya que el Pixel 7a fue coronado como una de las mejores cámaras del pasado año. De esta forma encontramos tres sensores, dos en la parte trasera y uno en el frontal. La lente principal cuenta con 64 megapíxeles, una apertura de f/1.9 y está estabilizada ópticamente. La lente secundaria es un gran angular con 120º, 13 megapíxeles y una apertura ligeramente menos luminosa de f/2.2.

Como ya es costumbre, las fotografías tomadas por el Pixel 8a tienen una calidad excelente, especialmente en condiciones lumínicas óptimas, donde destaca su logrado rango dinámico. Los colores tienden a mostrarse más saturados que en la realidad y con esa tonalidad fría por la que se ha decantado Google para el ‘Pixel Look’ en el postprocesado de las imágenes. El nivel de detalle es muy alto, con algunas tomas tendiendo incluso a una exageración que las hace vistosas pero ligeramente artificiales.

las fotografías tomadas por el Pixel 8a tienen una calidad excelente, especialmente en condiciones lumínicas óptimas, donde destaca su logrado rango dinámico.

La cámara gran angular aporta resultados muy similares, con el lógico descenso en el nivel de detalle por la pérdida de megapíxeles. Pese a ello, el excelente procesado de imagen de Google consigue fotografías muy nítidas y con apenas distorsiones en los extremos, como sí ocurre en equipos de la competencia. Otro ejemplo del buen procesado de imágenes se encuentra en el modo nocturno, que logra unas fotografías de aspecto natural, conservando un buen nivel de detalle y reduciendo la aparición de grano. Es importante recalcar el aspecto natural de las imágenes, ya que casi todos los móviles inteligentes cuentan con modo noche dedicado, pero en muchas ocasiones el resultado tiene un tono artificial por el procesado agresivo de la imagen, cosa que no ocurre en el terminal de Google. El Pixel 8a no cuenta con sensor telefoto, por lo que únicamente alcanza ocho aumentos de zoom digital.

¿Me lo compro?

En resumen, con el Pixel 8a Google ha vuelto a cocinar un excelente dispositivo de gama media al que se le pueden poner muy pocos ‘peros’, con sus principales fortalezas siendo para sorpresa de nadie la cámara y el software.

El diseño es funcional y simple, la pantalla mejora en brillo y tasa de refresco, y dispone del mismo procesador que sus hermanos mayores. Como pegas, ya es urgente la mejora de la carga rápida, que en el Pixel 8a es únicamente de 18W, y en la próxima generación pueden reducir el tamaño de los marcos, o en su defectos, hacerlos simétricos. De nuevo, el Google Pixel 8a se convierte en uno de los teléfonos inteligentes más sencillos de recomendar.

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