Consolas y medio ambiente son dos palabras que no suelen ir de la mano, pero a las que si le sumamos un apellido, tienen un nexo de unión que igual no imaginamos. Estamos hablando de las consolas de segunda mano. Sabemos que cualquier acción que realicemos en nuestro día a día puede ser una aportación para proteger nuestro planeta. Si unimos la pasión por los videojuegos con la del cuidado del medio ambiente podemos aportar más de lo que creemos.
Aunque no lo parezca, comprar productos que ya han tenido una primera vida ayuda a reducir los residuos de tipo electrónico y también disminuye la huella de carbono. Adquirir consolas de segunda mano es una opción perfecta para aquellos gamers que quieren contribuir a la sostenibilidad.
¿Cómo ayuda al planeta comprar una consola de segunda mano?
Hay varios puntos por los que realizar esta acción es una importante contribución ecológica. El primero de ellos y, seguramente, el más evidente es que se reduce la cantidad de residuos electrónicos. En el año 2022, según los datos de la Fundación Ecolec, se gestionaron en España más de 118.000 toneladas de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, los conocidos como RAEE. Una aportación personal para ayudar a reducir esta cifra es comprar consolas de segunda mano que son totalmente funcionales y están en buenas condiciones.
Otro punto a favor es que se ahorran recursos naturales para fabricar otros nuevos dispositivos electrónicos lo que, a su vez, repercute para reducir la huella de carbono. Debido a los consumos poco moderados que hacemos de todo tipo de productos, este indicador no para de aumentar a un ritmo desorbitado en los últimos años.
No podemos olvidarnos de que las consolas de segunda mano juegan un papel de apoyo en la promoción de la economía circular. Como bien sabemos, este modelo se basa en minimizar los desperdicios que producimos como individuos y en darles mayor tiempo de vida. Con esta alternativa estamos extendiendo la vida útil de las videoconsolas al tiempo que reducimos la demanda de productos completamente nuevos.
Conciencia a la hora de comprar
Los gamers concienciados con el cuidado del planeta tienen aquí una opción a su alcance para aportar su granito de arena. Cada consola de segunda mano evita una demanda de nuevos materiales y también reduce las emisiones que se derivarían de iniciar el proceso para fabricar una nueva. De esta forma, se fomenta también la economía circular, ya que se activan los procesos de reparación y revisión, ayudando mediante esta reutilización.
Más allá de esto, apostar por estos aparatos es una opción única para que los gamers encuentren modelos que han quedado descatalogados o alguna edición que dejó de fabricarse hace años. Sin olvidarnos, claro, de que suelen tener un precio más accesible. Por lo tanto, si estás pensando en comprar una consola de segunda mano, reflexiona sobre esta opción tan beneficiosa para el medio ambiente.