Las reclamaciones buscan la suspensión de estas prácticas y sanciones que podrían alcanzar hasta el 4% de los ingresos globales de las compañías.
Cambio continental
Noyb, tras haberse fijado exclusivamente en gigantes tecnológicos estadounidenses, ha centrado por primera vez su atención en empresas chinas. En total, ha presentado hasta seis denuncias distintas en cinco países europeos (Grecia, Italia, Bélgica, Holanda y Austria), señalando que estas compañías están infringiendo el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) al transferir datos a países que no garantizan un nivel adecuado de protección, como China.
Entre las empresas acusadas se encuentran TikTok, propiedad de ByteDance; el minorista Shein; el fabricante de teléfonos Xiaomi; AliExpress, de Alibaba; la plataforma de comercio electrónico Temu; y la aplicación de mensajería WeChat, de Tencent.
El grupo de defensa afirma que TikTok, Shein, Xiaomi y AliExpress han reconocido enviar datos personales de usuarios europeos directamente a China, mientras que Temu y WeChat transfieren esta información a “terceros países”, que presumiblemente incluyen a China.
Teniendo en cuenta que la regulación europea hoy en día establece que las transferencias de datos fuera de la Unión Europea solo son legales si el país receptor garantiza un nivel de protección de datos equivalente al de la UE, de ser ciertas las acusaciones podrían suponer un problema para las compañías asiáticas.
Según Kleanthi Sardeli, abogada de protección de datos de Noyb, “China es un estado autoritario de vigilancia. Está absolutamente claro que China no ofrece el mismo nivel de protección de datos que la UE. Transferir datos personales de europeos es claramente ilegal y debe detenerse de inmediato”.
Aumenta la tensión
Este movimiento llevado a cabo por parte de Noyb refuerza la creciente presión que están ejerciendo los gobiernos occidentales frente a las empresas tecnológicas chinas, que enfrentan regulaciones cada vez más estrictas en varios países al verse éstos en desventaja competitiva frente a las compañías asiáticas.
TikTok, por ejemplo, se encuentra bajo el escrutinio de la Comisión Europea por su presunta incapacidad para limitar la interferencia electoral, especialmente en el contexto de las elecciones presidenciales de Rumanía el noviembre pasado, mientras que en Estados Unidos, la aplicación se enfrenta a una prohibición a partir del próximo domingo debido a preocupaciones similares sobre privacidad y seguridad nacional.
Las acusaciones, sin embargo, van más allá y se extienden al impacto económico que podrían llegar a ocasionar las posibles sanciones interpuestas a raíz de la demanda. Según el GDPR, las multas pueden alcanzar hasta el 4% de los ingresos globales anuales de las empresas, una cifra que podría representar miles de millones de euros para gigantes como TikTok y Alibaba.
Las compañías se defienden
En este sentido, las firmas chinas han salido en su defensa asegurando que cumplen con la normativa europea. Por su parte, Xiaomi apunta que "respetar la privacidad de los usuarios siempre ha sido uno de los valores fundamentales de Xiaomi, lo que incluye transparencia, responsabilidad, control del usuario, seguridad y cumplimiento legal. En caso de que alguna autoridad nacional de protección de datos se ponga en contacto con Xiaomi en el futuro debido a esta situación, cooperaremos plenamente con la autoridad para resolver el asunto".
Desde TikTok no han querido hacer comentarios, aunque recuerdan que desde hace dos años han implementado el Proyecto Clover, migrando todos los datos de usuarios europeos a centros de datos en Irlanda y Noruega y con la prohibición de que cualquier empleado en China pueda acceder a estos datos.