Los negocios digitales podrían estar a punto de dar un paso más en España. Mientras que en otros países de Europa las compras por Internet de contenido multimedia - y por extensión y uso otras en general – avanzan a un ritmo acelerado, en el nuestro, las páginas de descargas de música, películas y libros, por ejemplo, continúan soslayando esos mismos sectores de la economía.
La nueva Ley de Propiedad Intelectual, cuyo anteproyecto vio la luz en marzo del año pasado, tiene justamente como objetivo “luchar contra la piratería”, según palabras del propio ministro José Ignacio Wert.
El nuevo documento, que aún debe superar un trámite parlamentario más, aborda elementos como la gestión de derechos de autor o el concepto legal de copia privada; al mismo tiempo incrementa las sanciones contra los piratas, con multas que van de 30.000 a 300.000 euros, dependiendo del grado de infracción cometido.
Uno de los aspectos más elaborados de la ley es el correspondiente a la capacidad que tendrán las autoridades de actuar en contra de las páginas de terceros que alojen contenido ilegal.
Si de las entidades de gestión hablamos, según Wert la nueva ley refuerza la transparencia y la vigilancia, lo que se traduce en” la limitación de la capacidad de las entidades de gestión de aprobar e imponer tarifas”, lo que permitirá la “asimetría entre la entidades de gestión y las posibilidades de los usuarios”.