El mando a distancia en una mano y el smartphone en la otra es cada vez una tendencia más extendida a la hora de ver la televisión. Un estudio de TeliaSonera muestra que la mayoría de espectadores no están satisfechos sólo viendo la televisión. De hecho, dos de cada tres busca información sobre los programas mientras los está viendo.
El operador nórdico, TeliaSonera ha estudiado los hábitos frente al televisor entre 4.700 personas en ocho países (Dinamarca, España, Noruega, Kazajstán, Suecia, Estonia, Lituania y Finlandia). La tendencia es clara: los dispositivos conectados a Internet son cada vez más importantes para completar la experiencia televisiva. Fundamentalmente, hablamos de smartphones, pero también los tablets y ordenadores portátiles son muy utilizados para ampliar la información sobre lo que estamos viendo (incluyendo, por supuesto, el seguimiento de programas en Twitter).
Dependemos menos de los televisores
El estudio muestra también que estamos viendo la televisión en un número creciente de plataformas. "Vemos una tendencia en la que los dispositivos móviles mejoran nuestra experiencia de ver televisión, tanto si vemos las noticias o una serie. Ya no somos pasivos cuando vemos la televisión, sino
muy activos. Cuestionamos lo que vemos y recopilamos información adicional", dice Tero Kivisaari, Presidente del área de negocio de Servicios móviles de TeliaSonera.
Así, la lista de dispositivos que los usuarios utilizan para ver TV muestra que, aunque el televisor sigue dominando, cada vez son más quienes consumen programación desde otros dispositivos, fundamentalmente ordenador y smartphone. Las cifras, teniendo en cuenta que hay más de una respuesta posible son: televisor (86 %), ordenador (47%), smartphone (33 %) y tablet (21%).
En otras encuestas como la realizada por Rovi en el mercado español, observamos también factores multimedia crecientes como que el 76% de los encuestados se ha descargado o visto en línea una película o un programa con un nivel de satisfacción sobre el resultado bastante alto; aunque reconocen que mayoritariamente han sufrido
detenciones en la descarga, recargas, imágenes de baja calidad o denegación de acceso cuando ya habían preparado sus planes.
De ese 76%, el 57% realiza las descargas en el PC, pero el 29% a través de televisiones conectadas (Smart TV) o Blueray, 4% en la consola de videojuegos y el 6% en terminales móviles. Y si se les pregunta, sorprende que es el precio el factor que menos tienen en cuenta a la hora de disfrutar de un producto, dando prioridad a la calidad y al valor añadido (bonus tracks, subtítulos, etc.).
Y es que, en este extenso ecosistema, hay factores que el ciudadano común no tiene en cuenta; como que los videos que nos descargamos de Internet no están optimizados ni en términos de calidad ni de tamaño de pantalla o que para que nuestra experiencia sea buena y no nos lleve a una mala impresión o a desechar nuestras posibilidades, debemos tener en cuenta los estándares de definición, la calidad del video, si tiene permisos (DRM), etc.
DivX
Pero para realizar un análisis sobre esos estándares, hay que recurrir a quienes tal vez son los grandes especialistas del mundo en cuestión de calidad de video multiformato: Rovi, empresa propietaria de DivX y todas sus variantes; uno de esos productos que todos conocemos, que queremos que los aparatos que adquirimos lo integren, o que lleven la certificación original, ya que son señal de calidad –competencia de AVI, MPEG 4, o H264 y apoya claramente Matroska (MKV)-. Sin embargo, si nos preguntan a bote pronto, la mayoría no alcanzamos a definirlo con claridad.
Div X realmente es un sistema de codificación/decodificación (CODEC), que nos aporta la capacidad de disfrutar de video de alta calidad tanto en nuestros ordenadores, como en nuestro cuarto de estar o cuando estamos en movimiento. Se trata de una solución que optimiza la experiencia de usuario en productos multimedia con detalles como el inicio rápido, mejor velocidad y suavidad en la descarga, inclusión de subtítulos (en varias lenguas) o de varias pistas de audio.
Se trata de una de esas cosas que en tecnología no están en primer plano pero que si damos cifras, estas hablan por sí mismas, ya que hay más de 600 millones de aparatos con certificación DivX, Div X HD o DiX HD Plus en el mundo (el 50% en Europa) y con un claro ascenso en equipos como las Televisiones Digitales, Bluray, móviles, consolas y discos duros multimedias.
Igualmente, el software de Div X se descarga más de 100 millones de veces al año (840 MM en total a mediados de 2012) y el contenido basado en sus parámetros de calidad va asociado a todas las películas de la Warner Bros, Sony Pictures, Pramaunt, Lionsgate y Starz. Cifras a las que hay que sumar los millones de archivos que circulan por Internet y que se descargan de forma prácticamente incontrolada.
Sólo en España se baja el 7% de la cifra mencionada (más de 22 millones de descargas) y el 65% de los españoles que compran tecnología lo consideran un factor determinante a la hora de realizar sus adquisiciones.
Es decir, los componentes Div X los podemos encontrar en contenido propio, en descarga, en streaming, en las librerías (APIs) que los desarrolladores utilizan para escribir nuevos programas informáticos o aplicaciones o en los propios reproductores.
En definitiva, un invitado muy activo en el ecosistema digital del que siempre oímos hablar, que siempre queremos que acuda a nuestra cita, pero que no siempre reparamos en sí ha acudido o no a nuestra fiesta.