Este acuerdo permitirá el alcance de unas tres millones de unidades inmobiliarias en todo el país, entre domicilios y empresas, y no descarta la incorporación de terceros operadores que podrían sumarse a esta inversión para desplegar la fibra óptica hasta el hogar.
De esta forma ambas empresas podrán hacer uso recíproco de las infraestructuras verticales de fibra en los edificios que ya dispongan de ellas, todo “sin alterar la plena libertad y autonomía comercial de ambas operadoras para formular sus ofertas en el mercado", ha aclarado Jazztel.
En junio Orange anunció su intención de invertir 300 millones de euros en los próximos cuatro años para alcanzar unos 1,5 millones de hogares y negocios, aunque la cifra descontaba un proyecto “muy avanzado” para compartir líneas verticales con la propia Telefónica.