Microsoft ha mostrado ya la que espera sea su nueva revolución: la integración de Windows 8 y de Windows Phone 8 que llega con nueva pantalla de inicio y posibilidad para los desarrolladores de traducir el software del PC al teléfono en un momento.
La nueva pantalla de inicio de Windows Phone 8 permite cambiar el tamaño de cada una de las teselas de su sistema Metro (cuadros que abren aplicaciones, funciones o servicios) y, en vez de tener disposición vertical con scroll, se puede ver en horizontal el conjunto completo. Cambiar el tamaño es fácil, ya que cada aplicación tiene una flecha en la esquina inferior.
Y más fácil aún es trabajar una vez y que el software o aplicación que se desarrolla sirva para todo el ecosistema. Y eso es lo que busca el gigante americano: unificar la experiencia de usuario y facilitar el trabajo a los desarrolladores, incluso a la hora de diseñar juegos (Direct X), un hecho que aumentará la oferta para los teléfonos con Windows Phone como los Nokia.
Otro cambio importante que mantenía los WP algo retrasados era la imposibilidad de trabajar con procesadores de varios núcleos o que no se pudiera almacenar en tarjetas externas SD. Ambos factores parecen resueltos.
Windows Phone 8 incorpora así mismo Internet Explorer 10
como navegador (cuatro veces más rápido que el actual) y, lógicamente, se suma a HTML5. También nos permitirá disfrutar de diferentes resoluciones de pantalla entre las que no podía faltar alta resolución.
No podían faltar mejoras en un elemento sustancial actualmente: NFC secure para hacer pagos, que en este caso se instalará en la SIM, como quieren los operadores y tendrá la seguridad que esto supone en términos de encriptación. Además, NFC open para emparejar terminales y conectarlos posteriormente a través de WiFi Direct.
Por otra parte, los americanos aprovechan su relación con Nokia para sumar a su haber las bondades de Nokia Maps y aseguran que no van a olvidar el entorno.
Los primeros terminales con Windows Phone 8 llegarán en octubre.
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