Hace casi tres años, Elon Musk asombró al mundo al presentar la primera demostración pública de Neuralink, un proyecto destinado a crear una interfaz cerebral que permita abordar discapacidades y desbloquear el potencial humano.
La realización del implante humano fue posible después de obtener la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos. Esta aprobación llegó después de un rechazo inicial a la primera petición de Neuralink a principios de 2022, pero finalmente se dio luz verde en mayo del año pasado.
Aunque Neuralink no es la primera empresa en llegar a la etapa de ensayos clínicos para implantes cerebrales, es la primera propiedad de Elon Musk en alcanzar este procedimiento. Un startup estadounidense llamada Synchron ya ha realizado cinco implantes a pacientes en julio de 2022, permitiéndoles realizar tareas como enviar correos electrónicos y mensajes de texto.
En esta fase inicial, Neuralink deberá evaluar el funcionamiento y la seguridad del implante BCI. Este dispositivo cuenta con 1024 electrodos para registrar la actividad neuronal, y dado que el proceso de implantación requiere precisión milimétrica, la empresa utiliza un robot quirúrgico para llevar a cabo el procedimiento.
Una vez implantado Telepathy su función principal es la de leer la actividad cerebral para poder transmitir órdenes que ayuden a restaurar algunas funciones cerebrales que haya resultados dañadas ya sea por un infarto o una esclerosis lateral amiotrófica (ELA), que derivan en graves daños en la capacidad comunicativa. Este funcionamiento es gracias a sus 63 microcables conectados al cerebro que recogen y mandan información. Este chip se carga de manera inalámbrica.