población mundial? Pues, seguramente, porque la multinacional californiana de semiconductores hace buena la frase de ‘La Bella y La Bestia’ y, realmente, lleva la belleza al interior de nuestros terminales.
Dependiente de su londinense centro europeo, Torre Europa (Madrid) es la sede oficial de Qualcomm en nuestro país y Fernando de Palacio su Director General
desde hace cinco años.
Telefonía y Comunicaciones - Cuándo alguien ajeno al sector de la tecnología le pregunta por la empresa que usted dirige ¿qué términos utiliza para explicar a la gente qué es Qualcomm?
Fernando de Palacio – Pues les digo que Qualcomm es una empresa americana, con sede en San Diego, que realiza desarrollos tecnológicos que se implementan no sólo en sus famosos chips sino en todas aquellas áreas que conforman el mundo de las telecomunicaciones. Nosotros proveemos a los fabricantes y a nuestros licenciados (unos 150 más o menos) los cuales diseñan y manufacturan productos que, posteriormente, a través de los operadores y del mercado libre, llegan al usuario final.
Somos el primer eslabón de una cadena o de un ciclo con retorno. Es decir; la calidad de nuestros desarrollos hace que los usuarios compren más y disfruten más de sus teléfonos móviles, ya que, a través de ellos su vida es más fácil y más eficiente su trabajo; como consecuencia de este hecho, los operadores obtienen mayores ingresos, los fabricantes venden más teléfonos, nosotros recibimos beneficios, invertimos en I+D, evolucionamos nuestros productos y el circuito vuelve a empezar.
Sin embargo, frente al usuario final, al público en general, nos debemos mantener en un discreto segundo plano; no importa que nuestro nombre no se conozca excesivamente porque no nos corresponde actuar de ‘prima donna’, ese es lugar para otros, para quienes luchan en el mercado de consumo por el prestigio de una marca. Desde luego, es bueno que se sepa que un dispositivo lleva tecnología Qualcomm, como garantía de calidad e innovación al más alto nivel, pero manteniendo nuestro nombre entre bastidores plano porque la seña de identidad ante los consumidores debe ser la de los fabricantes y son ellos quienes nos tienen que transmitir a nosotros su satisfacción, la bondad y la idoneidad de nuestros productos.
TyC – Aunque cueste creerlo, la compañía es una empresa familiar; de hecho, no hace mucho tiempo que el fundador, Erwin Jacobs, pasó los trastos a su hijo Paul, actual presidente.
FP – Sí, efectivamente. Qualcomm nació hace 25 años como una ‘start up’ con Erwin Jacobs y un equipo de ingenieros visionarios al frente. Desde entonces, ha sido una empresa marcada por la fuerza de la tecnología.
Como ocurre en cualquier compañía de éxito, esa preponderancia tecnológica y su buen hacer les llevó a desarrollar una serie de ingenios de éxito que, lógicamente, había que rentabilizar, que se patentaron y que generaron una serie de derechos de autor que se han defendido y que generan ingresos.
Con la maquinaria en marcha, la empresa poco a poco se fue estructurando, creciendo y extendiéndose hasta que un día, Erwin y el resto de los fundadores, en línea natural, cedieron la dirección de la compañía a Paul Jacobs y a su equipo quienes le han dado un nuevo empuje, han introducido nuevas ideas y han abierto otros mercados.
TyC - Uno de los puntos de inflexión en la historia de Qualcomm es el momento en que inicia su expansión en Europa, donde, por cierto, no tenía muy buenos amigos, ya que, era el símbolo de un fracaso; era la empresa a la que hubo que recurrir cuando los europeos no supimos llegar solos a la tercera generación.
FP – Bueno, Europa ha sido un continente vinculado a la tecnología GSM (sistema global de comunicaciones móviles) desde la digitalización del sistema celular, pero en Estados Unidos y su área de
influencia se impuso lo que se denomina CDMA (acceso múltiple de división por código), una tecnología desarrollada por Qualcomm y desde ahí ha ido evolucionando. Cuando se planteó aquí el salto a la tercera generación de telefonía móvil se encontraron muchos obstáculos y después de años de trabajo se tuvo que hacer un reconocimiento y adoptar un sistema desarrollado en America. Hay que recordar que UMTS está basado en WCDMA.
En mi opinión, quizá lo que ocurrió entonces es que Qualcomm, como compañía, era una gran desconocida. Era un auténtico baluarte en el mundo CDMA pero en Europa tenía bastante poco predicamento. Al darse cuenta de ello, el equipo directivo comprendió que había que abrir vías de comunicación. Entonces la empresa volvió sus ojos hacia nuestro Continente, decidió estrechar lazos e iniciar su expansión.
TyC – Bueno, está claro que no se equivocaron. Tras años de luchas en los tribunales, resulta evidente que ni Sony Ericsson ni Nokia son ya enemigos a batir e incluso podríamos hablar en ambos casos de ‘amigos’. ¿Cómo es la estructura de Qualcomm Europa y cuales son sus metas en el Viejo Continente?
FP - La primera medida que se tomó entonces fue abrir unas oficinas centrales en Londres y luego, poco a poco, delegaciones en otros puntos considerados de interés como Italia, España, los países del Este o de la antigua Unión Soviética.
Ese despliegue tiene su razón de ser en el apoyo que cada uno de nuestros equipos da a los operadores –locales y multinacionales- y a los fabricantes que utilizan nuestra tecnología. A éstos procuramos ayudarlos a la hora de las homologaciones a adaptar específicamente los terminales tanto al país en cuestión como al operador; y para aquellos realizamos un trabajo de soporte tanto a través del equipo de ingeniería como de marketing técnico.
Nuestro objetivo principal es siempre que la tercera generación sea una historia de éxito; que la 3G y todos sus desarrollos posteriores tengan la mayor vigencia, aporten el mayor valor a los usuarios y que todo el sector de la telefonía móvil pueda explotar al máximo las posibilidades que le ofrece nuestra tecnología.
Para ello, realizamos estudios, parametrizaciones y mejoras dentro de la red del operador a fin de conseguir una eficiencia máxima. Así mismo, realizamos las pruebas locales de aquellas tecnologías que vamos a poner en el mercado.
Finalmente, en estos años hemos conseguido ser muy conocidos en el ecosistema de las telecomunicaciones europeas como tal y no ya en los entornos directivos sino dentro de los equipos de las compañías; lo cual no sólo incluye a los operadores sino también a los fabricantes europeos entre los que se encuentran Nokia y Sony Ericsson.
TyC - ¿Y como están las cosas ahora?
FP – Pues ese desconocimiento mutuo está ya superado. Todos los miembros del equipo que trabajamos en Europa hemos hecho un esfuerzo grande en el ámbito local y en el continental para poder llevar esa relación a buen puerto y llegar a trabajar todos juntos. Yo creo que las dudas se disiparon cuando definimos nuestro modelo de negocio y se explicó que era un modelo abierto y con la misión
de ayudar a nuestros licenciatarios para que saquen el mejor producto al mercado, el más avanzado y en sana competencia, sin entrar en otros temas que no forman parte de nuestro negocio.
TyC – Entonces, ¿es por esa defensa de la propiedad intelectual de la que antes hablaba, por lo que existe una leyenda que dice que: “cada vez que alguien utiliza una red o un dispositivo de tercera generación en el mundo, en Qualcomm se hace caja?”
FP – Considero que detrás de esa afirmación hay un mito. Cualquier persona que ha sido capaz de pensar, desarrollar y poner en práctica un invento o descubrimiento para bien de la humanidad, sea de la magnitud que sea, debe ser recompensado. Así ha sido siempre y así debe ser. Dentro de nuestro modelo de negocio es importante y legítimo cobrar por las patentes. No somos una ONG ni tampoco los únicos suministradores de tecnología. Todo el mundo cobra por sus derechos. En tanto en cuanto eso es así, puede que sí, que directa o indirectamente cuando se utiliza la tercera generación de telefonía móvil Qualcomm se beneficie.
Dicho esto, quiero dejar claro que nosotros tenemos una política de regalías universal y transparente. A veces se nos ha tildado de tener trato de favor con respecto a una compañía u otra y eso es incierto. Es verdad que tenemos acuerdos firmados para desarrollos conjuntos con muchas empresas, pero no hay paquetes de licencias diferentes para unos u otros ni restricción alguna. El paquete de licencias es único y universal.
TyC – ¿Y es cierto que esa famosa recaudación por cobro de patentes se corresponde exactamente con lo mismo que invierten en I+D?
FP – Efectivamente, una parte de nuestro negocio es cobrar los derechos de nuestras miles de patentes pero también lo es que no sólo apoyamos a empresas e instituciones del mundo entero sino que más de un 80% de esas regalías se invierte en investigación y desarrollo. Desde el año 85, Qualcomm ha invertido o, mejor dicho, reinvertido aproximadamente 18 billones de dólares en nuevas investigaciones y nuevos desarrollos.
Es más, de los 10,4 billones de dólares de, ingresos brutos en 2009, el 23 % se ha dedicado a esto; lo cual no sólo es moralmente reseñable sino que nos convierte en una compañía con un altísimo potencial. Tanto es así, que algunos de los analistas económicos más importantes del mundo lo recomiendan a sus clientes como “inversión clara”.
TyC – Entonces, tal vez podemos hablar del ‘laboratorio’, de hacia dónde dirige la empresa sus pasos a corto medio plazo…
FP - Esto va tan deprisa que lo que hoy nos parece una revolución dentro de un año es algo común, un negocio desarrollado. Estamos en un sector en el que la realidad supera a la ficción; pero Qualcomm tiene algunas cosas clarísimas y una de ellas es la necesidad de trabajar en torno a todas las tecnologías que rodean al mismo dispositivo: pantallas, chipsets, cargadores de inducción (e-zone), también en optimizar el consumo de energía o en una televisión en movilidad con su propio formato.
Conocedor del sector, De Palacio considera que estamos claramente frente a la tercera revolución industrial y que, en éste contexto, hay que destacar la cantidad de grandísimos negocios que van a surgir con la adopción de las nuevas tecnologías y la implantación de una banda ancha real. “Se va a plantear una fortísima batalla por el modelo de negocio y por cómo se va a repartir la tarta. Creo que hay grandes oportunidades para los desarrolladores y que los operadores van a conservar la llave”-asegura-.
Mientras el futuro llega a nuestras manos, existe una realidad tangible, la empresa californiana trabaja para que la 3G alcance el último rincón del mundo y sea de utilidad para quienes más lo necesitan. A este respecto, el trabajo de España merece una mención especial.