TeleTv 
-La experiencia será similar a la que tenemos actualmente con el mando a distancia, pero será como si tuviéramos la pantalla en el propio terminal- (Hakin Eriksson) Como consecuencia de la llegada a la red móvil de una mayor velocidad y como ya hemos mencionado, con las posibilidades que abrió al mercado la aparición del multimedia (GPRS), la revolución no se ha hecho esperar. Primero fueron descargas de pequeños vídeos de unos pocos segundos a los que se accedía a través de e-moción o Vodafone live!, luego video streaming 3G y televisión bajo demanda (valga el ejemplo de la polaca VIZGO) y ahora la televisión en directo. Un hecho que cambia absolutamente el concepto de lo que un teléfono móvil puede hacer. Parafraseando a los creativos de Samsung, hay que decir que “gracias a la emisión digital multimedia satelital, se puede ver la televisión en cualquier parte: en el metro o en lo alto de un rascacielos”. Y cuando decimos esto, no hablamos de ciencia ficción ya que en Corea desde el mes de diciembre y gracias al lanzamiento de un nuevo satélite de comunicaciones, se recibe TV digital (14 canales) y radio (22 emisoras) en los móviles. Pero la situación actual en Europa es diferente; como ya hemos explicado, nosotros nos hayamos en fase de implementación, comercialización y expansión de UMTS. Los responsables de la Unión aún no se han decantado por una plataforma concreta; cuando lo hagan, cada uno de los países tendrá que posicionarse; posiblemente habrá un nuevo reparto de frecuencias (hay quienes apuestan por usar frecuencias públicas para que el servicio resulte más barato y quienes lo hacen por las dedicadas para poder asegurar la calidad) y, entonces y sólo entonces, todos estos avances llegarán. A la hora de hablar de sistemas o de plataformas, conviene repasar algunos conceptos que tendrán mucho que ver en todo este juego. Hay que tener en cuenta que existen dos conceptos básicos de televisión digital: la terrestre y la satelital. También conviene repasar las diferencias entre los términos unicast (emisión directa uno a uno), broadcast (emisión masiva) y multicast (emisión masiva pero con recepción selectiva bajo petición). A partir de ahí, entran los ingenieros, los integradores, las grandes multinacionales de telecomunicaciones...muchas de ellas aportan arquitecturas con características técnicas diferentes aunque de cara al usuario resultan iguales. ¿Alguien se pregunta por qué nuestro sistema de televisión es Palm y no Secam o NTSC? Samsung, LG, Ericsson, Qualcomm... cada uno de ellos propuso en la semana de Cannes su propia solucion: DMB (digital multimedia broadcasting), TDMB (terrestrial digital multimedia broadcasting), DVB-H (digital video broadcast), MBMS (multimedia broadband multicast service), MediaFlo (multicast para operadores), etc. fueron algunas de las siglas que se barajaron y de las que hablaremos según se presente la ocasión. Si hay que señalar que en Francia y en Inglaterra se hicieron pruebas con el sistema DMB de Samsung el pasado mes de diciembre, y que, según los responsables de Telefónica Móviles, se está empezando a analizar la situación en España y a hacer algunas pruebas aunque no hay nada en concreto (los mentideros aseguran que Dialcom parece ser uno de los posibles y futuribles socios del operador dominante en este campo). Por último, con el fin de aclarar algunos malentendidos, hay que señalar que, si bien los teléfonos están capacitados para recibir directamente señal de televisión a través de una pequeña antena integrada (igual que en casa), será prácticamente imposible la aparición de plataformas donde no haya un operador. Basta recordar que el sistema GSM y toda su evolución posterior requiere una tarjeta SIM que hace las veces de llave del teléfono. Si no hay tarjeta, no hay operación y si el teléfono no funciona, difícilmente podremos ver en él la televisión. Además, ¿alguien duda de que habrá sistema de facturación? Eso sí, en Asia están pagando tarifas planas de 14/15 euros todo incluido. Nos decía Anthony Thornley, presidente y jefe de operaciones de Qualcomm, que el mundo que viene lo debemos imaginar con todas y cada una de las personas que van en el autobús, que están en un parque, o en un receso en la oficina, sumidos en una vivencia absolutamente individual: viendo SU televisión en SU propio móvil”