Bruselas ha sellado con Estados Unidos un nuevo acuerdo para protección de datos después de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea anulara la decisión de la Comisión Europea que consideraba a Estados Unidos un “puerto seguro” para la transferencia de los datos personales de los ciudadanos europeos.
El nuevo acuerdo incluye compromisos por parte de Estados Unidos para limitar, prevenir y supervisar las posibilidades de que las autoridades públicas accedan a datos personales transferidos. Desde ahora, las empresas de este país que deseen migrar o llevarse los datos a este, deberán comprometerse bajo las leyes de esa nación a las obligaciones referidas a la protección de los mismos, además deberán acatar las decisiones de las Autoridades de Control europeas.
El acuerdo también establece claras garantías y obligaciones de transparencia en cuanto al acceso del gobierno de Estados Unidos a los datos personales de los europeos: El gobierno estadounidense ha confirmado que habrá mecanismos de supervisión y que la revisión de los mismos será de forma excepcional, además se descarta por completo la vigilancia masiva indiscriminada de los datos personales.
La UE hará una revisión conjunta con este país de forma anual para vigilar la normativa y analizar detalles que puedan afinarla. Lo más importante probablemente de este acuerdo es que los ciudadanos europeos que sientan que sus derechos han sido vulnerados contarán con instrumentos de denuncia y las empresas deberán responderles.