Tras el escándalo de la falsificación de cuentas y la consecuente dimisión de su anterior CEO, Hisao Tanaka, al destaparse el fraude este mismo verano, la compañía no remonta. En septiembre, Toshiba hacía públicos sus resultados de 2014, tras analizarlos en profundidad, y reconocía haber tenido pérdidas netas de 284,1 millones de euros durante ese año. De esta manera, el beneficio operativo registraba un retroceso del 33,7% respecto al año anterior. En especial, las ventas de la rama en la que se planea ejecutar los despidos, electrónica de consumo, cayeron un 10% en el ejercicio de 2014.
Toshiba prescindirá de 6.800 puestos de trabajo de su negocio de electrónica de consumo
Total reestructuración de la compañía
La reestructuración se basará en la venta de su planta de fabricación de televisores en Indonesia y el recorte de más de 10.000 empleados en el sector de ordenadores que incluyen despidos anticipados voluntarios y empleos eventuales, según explica la agencia de noticias Reuters.
En cuanto a las pérdidas esperadas para el cierre de este año económico, Toshiba prevé una pérdida neta de 4.180 millones de euros en el año fiscal que finalizará en marzo. Además, la compañía pretende recuperar la confianza de las partes interesadas, es decir, sus accionistas, con este plan de reestructuración. “Queremos transformarnos en una empresa sólida” aseguran en un comunicado.