Uno de los cien entrevistados, John Rossman, calificaba Amazon como un lugar terrible para trabajar. La empresa lleva la competitividad al límite y por eso se consiguen tan buenos resultados, pero agotan a la plantilla. Además, los antiguos empleados mencionaron que el sistema de valoración de los empleados se realiza mediante votaciones anónimas de la firma. De esta manera, a veces se manipulaban los votos, dando valoración positiva o negativa intencionadamente. Estas publicaciones son bastante fuertes y no sería raro que Amazon emprendiera acciones legales contra el NYT.
Por otra parte Elizabeth Willet, ex empleada del ecommerce, acordó con su jefe que después del parto trabajaría siete horas pero como los compañeros se quejaron a través de la evaluación el jefe no le permitió cumplir el horario acordado.