La domótica no es algo tan caro, ni elitista para casas de lujo, se puede adaptar a todas las necesidades económicas. Ese era el planteamiento desde el que se centró la charla entre Jesús Gutiérrez-Ravé, director técnico para España de FERMAX Electrónica, Marcos Martínez, ingeniero informático y fundador de +Spacio Integración de sistemas, Gonzalo Castellanos, director regional de Ventas Sur de Europa y América para el Grupo NEAT, Manuel Ángel Loureiro, proyecto OpenDomo VR, de la empresa DeLógica y Juan Carlos Ramiro, responsable de accesibilidad de CENTAC.
En palabras de Jesús Gutiérrez-Ravé, director técnico para España de FERMAX Electrónica, “las empresas del sector debemos adaptarnos a todos los tipos de vivienda”. Asimismo los sistemas deben “ser ampliables y adaptables por el usuario a costes razonables”. “Con el boom inmobiliario se vendieron viviendas como domóticas que en realidad no lo eran, eso creó una percepción negativa en la población”, lamentaba el experto. Sin embargo, “ahora es un buen momento para vender domótica”, aseguraba el responsable de FERMAX.
Según Marcos Martínez, ingeniero informático y fundador de +Spacio Integración de Sistemas, “para una vivienda de 90 metros cuadros el precio de una instalación domótica completa es de alrededor 4.000 euros donde se incluye control de persianas, control a través del móvil o climatización, entre otros”. Es una inversión que puede producir “ahorro y beneficios en términos de eficiencia energética”, aclaraba. El perfil que apuesta por una casa domótica es “personas de mediana edad, habituados a la tecnología y cada vez más mujeres, que tienen una visión práctica del hogar”, explicaba Martínez.
Para el ingeniero, “lo importante no es llenar la casa de elementos sino que sean útiles para el usuario”. En ese sentido, admitía que “hoy en día hay más tecnología en una tablet o smartphone que en una casa domótica”. Además, “no tiene nada que ver con la casa del futuro, sino más bien con algo tan simple y sencillo como apagar y encender la luz”, indicaba, aunque la domótica “puede ir más allá y permite muchas más soluciones al hogar”.
Otro de los temas que se abordaron fue el de la importancia de la domótica para la teleasistencia. Así para Gonzalo Castellanos, director regional de Ventas Sur de Europa y América para el Grupo NEAT, “la tecnología debe favorecer que las personas mayores o dependientes puedan permanecer en su entorno cotidiano”. En esa línea, “la telemedicina acerca la monitorización y la prevención a los ciudadanos”, afirmaba Castellanos. “La domótica sirve para ayudar a personas enfermas pero también a sus cuidadores”, añadía.
En ocasiones “la inversión en domótica supone un ahorro para la administración porque evita ingresos hospitalarios”. “En países nórdicos existen subvenciones en sistemas domóticos como kits para el control de zonas de paso en personas mayores y dependientes”, subrayaba. Asimismo, para el experto una de las claves de la tecnología domótica es que “los dispositivos pasen desapercibidos para el usuario”, concluía Castellanos.