Un estudio realizado por Ipsos para Microsoft en Europa advierte que el 27% de los trabajadores considera que su equipo de dirección de la empresa está subestimando las capacidades de las redes sociales corporativas. En España el porcentaje aumenta hasta el 42%. De hecho, en nuestro país consideramos que las compañías no entienden el valor que pueden aportar las herramientas de colaboración y productividad laboral.
Tal es la necesidad de los españoles de ser más productivos con herramientas novedosas que al menos el 45% considera que ejecutaría mejor sus labores si las empresas apostaran por estas herramientas sociales. En comparación con Europa, la media se queda en un 27% y es aún mayor si la comparamos con Francia (17%), Alemania (22%) o Reino Unido (22%).
La encuesta ha sido realizada en 4.787 trabajadores del continente. De estos, el 37% considera además que no hay suficiente colaboración en las empresas y que las herramientas sociales fomentarían aún más el trabajo en equipo. En España el 26% de los trabajadores asegura que invertiría en este ítem.
“Los trabajadores ya llevan sus propios dispositivos a sus puestos de trabajo, pero cada vez más utilizan sus propios servicios”, comenta Charlene Li, fundadora y analista en Altimeter Group, firma especializada en el estudio de las redes sociales, quien añade: “Los empleados esperan trabajar de una manera diferente, con herramientas que les hagan sentir más modernos y conectados, lo que supone un reflejo de cómo interactúan en su vida personal. Las redes sociales corporativas representan una nueva tendencia para trabajar y las organizaciones que las adoptan están aumentando la colaboración, mejorando su respuesta al cliente y logrando una importante ventaja competitiva”.
¿Por qué no utilizan herramientas sociales las empresas?
Entre las principales reticencias de las empresas para negar el uso de estas necesarias herramientas para los trabajadores se encuentran la seguridad (65%) y miedo a la pérdida de productividad (58%). Uno de cada cinco trabajadores españoles asegura que las herramientas sociales están bloqueadas en su trabajo y que no pueden hacer libre uso de ellas.