El 14 de marzo de 2020, el Gobierno de España presidido por Pedro Sánchez decretaba el estado de alarma para contener la expansión de la COVID-19. Hoy se cumplen 5 años de ese momento, pero ¿cómo hemos cambiado?
Lo que inicialmente estaba previsto que durase 15 día se alargó durante meses, un tiempo en el que el país vivió una transformación sin precedentes en su vida cotidiana, con medidas de confinamiento, restricciones de movilidad y el cierre de miles de negocios. Más allá del impacto sanitario y económico, la pandemia también aceleró cambios tecnológicos que, cinco años después, siguen definiendo la forma en que se trabaja, se accede a la sanidad y se interactúa con el mundo digital.
La tecnología y la conectividad fueron claves para afrontar la crisis, y su evolución ha redefinido sectores como el teletrabajo, la telemedicina y el comercio electrónico. Hoy, en 2025, muchas de las tendencias impulsadas por la pandemia han llegado para quedarse, transformando radicalmente el panorama digital.
La revolución fallida del teletrabajo
Uno de los cambios más significativos impulsados por la pandemia fue la adopción masiva del teletrabajo. En marzo de 2020, miles de empresas se vieron obligadas a digitalizarse de forma acelerada, implementando soluciones de trabajo remoto y reforzando su infraestructura tecnológica. Plataformas como Microsoft Teams, Zoom y Google Meet dispararon su crecimiento de forma exponencial, consolidándose como herramientas esenciales para la comunicación laboral.
A lo largo de estos cinco años, el teletrabajo ha evolucionado desde una solución de emergencia hasta convertirse en una modalidad consolidada en muchas empresas. Aunque en 2021 y 2022 hubo un retorno parcial a las oficinas, en 2025 sigue habiendo un alto porcentaje de trabajadores en modelos híbridos. Sin embargo, actualmente las cifras apenas alcanzan el 13,8% de la población activa, lo que supone cerca de 3,1 millones de profesionales, según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa del INE.
Esta transformación también ha impulsado la digitalización empresarial. La demanda de servicios en la nube, ciberseguridad y herramientas de gestión remota ha crecido de manera sostenida. Empresas de todos los tamaños han acelerado su transición digital, invirtiendo en plataformas de automatización y colaboración online.
Auge del comercio electrónico y cambio en el consumo digital
Por otro lado, el confinamiento de 2020 obligó a millones de personas a recurrir al comercio electrónico para realizar sus compras. En el primer año de la pandemia, las ventas online en España crecieron un 36%, según datos de la CNMC. Desde entonces, el e-commerce ha seguido expandiéndose, con consumidores cada vez más habituados a comprar de forma digital.
En el segundo trimestre de 2024 (los últimos datos conocidos) se han alcanzado los 422 millones de transacciones de ecommerce
Si nos fijamos en las cifras, antes de la pandemia, en 2019, el comercio electrónico representaba un 4,02% del PIB de España. En 2023 ya suponía el 5,76%. Además, si nos vamos a los datos compartidos por la CNMC, el último trimestre de 2019, justo previo al impacto de la pandemia, se llevaron a cabo 242 millones de transacciones de ecommerce (compraventa de productos), mientras que en el segundo trimestre de 2024 (los últimos datos conocidos) se han alcanzado los 422 millones.
Además del crecimiento en las operaciones, también han cambiado los hábitos de consumo: la digitalización de sectores como la alimentación, la moda y la electrónica es ahora la norma, y los pagos digitales han desplazado en gran medida al efectivo.
Telemedicina: una nueva forma de acceso a la salud
La crisis sanitaria también marcó un antes y un después en el acceso a la atención médica. Durante el confinamiento, la telemedicina se convirtió en la única alternativa viable para miles de pacientes, y su adopción fue rápida, tanto que durante esos meses casi el 72% de los residentes españoles tuvo una cita médica de manera virtual y/o telefónica, según datos de un informe de TechReport. Consultas médicas por videollamada, monitorización remota de pacientes y recetas electrónicas se convirtieron en herramientas esenciales.

En 2025, la telemedicina sigue creciendo. Según datos del sector, el 62% de los centros de salud en España ya ofrecen algún tipo de atención remota. Además, la inteligencia artificial y el análisis de datos han permitido mejorar los diagnósticos y personalizar los tratamientos. La sanidad digital ha facilitado el acceso a especialistas, reduciendo tiempos de espera y mejorando la eficiencia del sistema sanitario.
Venta de dispositivos y conectividad: el gran salto tecnológico
En gran medida provocado por un mayor aislamiento y por el auge del teletrabajo, la educación a distancia y el entretenimiento en casa impulsaron un crecimiento sin precedentes en la venta de dispositivos electrónicos. En 2020 y 2021, la demanda de ordenadores, tablets y smartphones se disparó. Prácticamente todos los fabricantes registraron cifras récord de ventas, impulsadas por la necesidad de equipos adaptados a un nuevo estilo de vida digital, lo que conllevó a una contratación masiva de personal que en los últimos tres años se ha ido reduciendo con despidos igualmente masivos.
A la par, la conectividad se convirtió en un pilar aún más fundamental. La expansión de la fibra óptica y el despliegue de redes 5G han sido esenciales para sostener el aumento en el tráfico de datos. Actualmente, España es uno de los países con mayor cobertura de fibra en Europa, y las redes móviles de última generación han permitido el desarrollo de nuevas aplicaciones en sectores como la educación, la industria y la movilidad.

Cinco años después del inicio del estado de alarma podemos entonar aquello que cantaba Presuntos Implicados de “cómo hemos cambiado…”. La pandemia no solo ha acelerado la digitalización, sino que ha redefinido la forma en que las personas trabajan, compran, acceden a la sanidad y se comunican.
El teletrabajo, la telemedicina y el comercio electrónico han demostrado ser más que soluciones temporales, consolidándose como parte esencial del presente y futuro digital. La pandemia cambió el mundo, y la tecnología fue la clave para adaptarse a esa transformación.