La guerra abierta entre LaLiga y Cloudflare se encuentra en su punto más álgido después de que la plataforma estadounidense haya iniciado acciones legales contra la institución del fútbol español con motivo del bloqueo de direcciones IP para luchar contra la piratería del fútbol.
En su comunicado, Cloudflare aseguraba que estas medidas de bloqueo son “desproporcionadas” e “ilegales”, y afectan no solo a los sitios web que infringen la ley, sino también a millones de usuarios legítimos. Ahora, la organización que lidera Javier Tebas responde con durísimas acusaciones.
LaLiga ha aclarado que las afirmaciones de Cloudflare sobre su colaboración en la lucha contra las retransmisiones ilegales son incorrectas. La organización deportiva ha señalado que, en lugar de colaborar, Cloudflare ha respondido a sus solicitudes con excusas tecnológicas que LaLiga considera “inverosímiles e incoherentes”.
Según LaLiga, esta falta de colaboración por parte de Cloudflare ha llevado a la empresa a actuar de manera unilateral y realizar bloqueos de las direcciones IP
Según LaLiga, esta falta de colaboración por parte de Cloudflare ha llevado a la empresa a actuar de manera unilateral y realizar bloqueos de las direcciones IP que, según la organización, se utilizan para distribuir contenidos ilegales. LaLiga defiende que estos bloqueos no son masivos ni indiscriminados, sino que son el resultado de “una actuación eficaz llevada a cabo por un equipo especializado, tras exhaustivas precauciones a todos los niveles”.
LaLiga también ha negado la acusación de que sus medidas de bloqueo sean torpes e ineficaces. En cambio, argumentan que se llevan a cabo con el debido respaldo judicial y tras una exhaustiva evaluación de los riesgos y las pruebas. Aseguran que las IP que se han bloqueado se han utilizado para la distribución de contenido ilegal, como retransmisiones no autorizadas de partidos, y que Cloudflare es la responsable de permitir que se compartieran estas IPs con otros contenidos legítimos.
Complicidad con actividades ilegales
Uno de los puntos más polémicos en el comunicado de LaLiga contra Cloudflare se centra en una dura acusación, señalando que en lugar de proteger a los usuarios legítimos, ha actuado como un "escudo digital" para organizaciones criminales. LaLiga sostiene que Cloudflare, al no colaborar en la lucha contra las retransmisiones ilegales, ha facilitado la propagación de delitos como la pornografía infantil, el proxenetismo y las estafas.
LaLiga ha abierto un canal de comunicación para que los usuarios afectados por los bloqueos puedan ponerse en contacto con ellos y acreditar si efectivamente han sido perjudicados por los bloqueos de contenido. LaLiga estima que la cifra de usuarios afectados es mucho menor de lo que Cloudflare ha afirmado, asegurando que el número real de afectados no supera los cientos.