El Gobierno ha apoyado una operación de inyección de capital en la compañía Sensia, especializada en la fabricación de sensores de infrarrojos, que permitirá a la firma madrileña recibir 19 millones de euros para impulsar sus operaciones.
La operación se ha llevado a cabo desde el Ejecutivo a través de la Sociedad Española para la Transformación Tecnológica (SETT), lo que supone la tercera compañía en la que interviene y cuyos fondos proceden del Perte Chip. A ella, se ha unido el grupo financiero A&G, quien aportará los restantes 10 millones de euros. La inversión tiene como objetivo impulsar el desarrollo de una nueva generación de sensores infrarrojos, un componente clave para aplicaciones en seguridad, medio ambiente y defensa.
Fundada en 2008 como una spin-off de la Universidad Carlos III de Madrid, Sensia es una de las empresas más destacadas en el ámbito de los fotodetectores infrarrojos, una tecnología fundamental para la detección de calor sin necesidad de iluminación externa.
Esta tecnología se utiliza en sectores tan diversos como la seguridad, la monitorización de emisiones industriales y la prevención de desastres naturales
Esta tecnología se utiliza en sectores tan diversos como la seguridad, la monitorización de emisiones industriales y la prevención de desastres naturales y ofrece a España una ventaja estratégica al permitirle reducir su dependencia de proveedores internacionales en un sector clave para la soberanía tecnológica y la seguridad nacional.
El ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López, ha destacado durante un encuentro la importancia de este proyecto, subrayando que la capacidad de detectar incendios forestales de forma temprana y monitorizar fugas de gases tóxicos es una cuestión de seguridad y eficiencia crítica. Según López, este tipo de desarrollos posiciona a España como líder en el ámbito de los sensores infrarrojos, con el potencial de competir a nivel global frente a países como Estados Unidos, Israel y China.
Tecnología avanzada
Sensia ha logrado desarrollar sensores que no dependen de fuentes externas de radiación y son capaces de detectar calor, lo que les permite operar de forma discreta y sin ser detectados, a diferencia de otras tecnologías como el radar o los sistemas de radiofrecuencia. Esta capacidad otorga a la empresa una ventaja táctica importante en aplicaciones de seguridad y observación, tanto en misiones militares como en la vigilancia de infraestructuras críticas.
Además de su aplicabilidad en defensa y seguridad, los sensores infrarrojos de Sensia también tienen un fuerte componente medioambiental. Se utilizan para la descarbonización de industrias de combustible fósil y para la monitorización de emisiones de buques durante operaciones portuarias, lo que contribuye a la sostenibilidad de la actividad industrial.
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