La aplicación de redes sociales TikTok está en el centro de un intenso debate político y de seguridad en Estados Unidos, especialmente debido a las preocupaciones sobre su propiedad china y su impacto en la privacidad y seguridad de los usuarios.
En este contexto, el presidente Donald Trump ha asignado a dos altos funcionarios, el vicepresidente JD Vance y el asesor de seguridad nacional Michael Waltz, la tarea de supervisar una posible venta de la plataforma, mientras se evalúa si la aplicación debe seguir operando en el país o enfrentarse a una prohibición definitiva.
El debate sobre el futuro de TikTok en Estados Unidos comenzó a intensificarse con la aprobación, en 2024, de una ley bipartidista que obligaba a los smartphones a cortar el acceso a la aplicación, a menos que la empresa china ByteDance, matriz de TikTok, vendiera la aplicación a una compañía estadounidense.
Esta legislación le otorgó al gobierno estadounidense un plazo hasta el 19 de enero de 2024 para concretar la venta, coincidiendo con el último día completo del mandato del presidente Joe Biden. Sin embargo, ByteDance mostró poco interés en vender la aplicación, lo que generó un gran vacío en el proceso legislativo y un retraso en la implementación de la ley.
La intervención de Trump
A pesar de las dudas y la falta de progreso, Trump firmó una orden ejecutiva en su primer día de mandato en la que suspendía temporalmente la aplicación de la ley durante 75 días, dándole un respiro a TikTok. Sin embargo, los detractores, especialmente los defensores de la seguridad nacional como el senador Tom Cotton, se opusieron firmemente a cualquier tipo de aplazamiento. La disputa creció cuando las tiendas de aplicaciones, ante el temor de multas significativas, evitaron permitir nuevas descargas de TikTok, aunque la app seguía operando en dispositivos existentes.
Trump ha encargado a Vance y Waltz que lideren las negociaciones para encontrar una solución
Con la fecha límite para resolver el asunto acercándose, Trump ha encargado a Vance y Waltz que lideren las negociaciones para encontrar una solución, que podría incluir la venta de la aplicación a una empresa estadounidense o incluso una intervención directa del gobierno estadounidense, para lo que Trump ha querido establecer un fondo soberano.
Vance, quien tiene experiencia como capitalista de riesgo, se encargará de facilitar el trato, mientras que Waltz y el Consejo de Seguridad Nacional gestionarán los aspectos relacionados con la seguridad nacional.
Quién está en la batalla por TikTok
En cuanto a las propuestas de compra, se han mencionado varias opciones, incluidas compañías tecnológicas como Microsoft, que ha mostrado interés en adquirir la plataforma. También el empresario Elon Musk y el multimillonario Frank McCourt, junto con su socio Kevin O'Leary, han expresado su interés en hacerse con el control de TikTok. McCourt, en particular, ha estado trabajando para demostrar que su propuesta podría eliminar por completo la influencia de China sobre la aplicación, un aspecto clave para muchos legisladores como Cotton, que considera que cualquier acuerdo debe garantizar que TikTok quede completamente desvinculado de China.