El Papa Francisco, se ha dirigido hoy a los líderes reunidos en el Foro Económico Mundial de Davos, a los que ha instado a reforzar la supervisión del desarrollo y uso de la inteligencia artificial (IA).
En su declaración, leída por el cardenal Peter Turkson, el pontífice ha destacado tanto las capacidades transformadoras como los riesgos asociados con esta tecnología, subrayando su impacto en la llamada "crisis de verdad" que afecta a la sociedad actual.
El Papa ha hecho énfasis en la capacidad de la IA para producir resultados que son casi indistinguibles de los creados por seres humanos, un avance que, aunque impresionante, plantea serios desafíos éticos. Entre sus principales preocupaciones, ha señalado cómo estas tecnologías podrían agravar la desinformación y distorsionar el discurso público. Según Francisco, es crucial que gobiernos y empresas trabajen juntos para implementar medidas de diligencia y supervisión que mitiguen estos riesgos y promuevan un uso responsable de la inteligencia artificial.
Asimismo, el mensaje del Sumo Pontífice ha puesto el foco en el papel de los responsables políticos, líderes empresariales y tecnólogos a los que ha instado a actuar con transparencia y a garantizar que la innovación en el campo de la IA esté alineada con los principios éticos y el bienestar colectivo.
De este modo, el mensaje también subraya la importancia de fomentar una discusión abierta sobre los límites y las responsabilidades en el uso de la inteligencia artificial. Según Francisco, este tipo de diálogo es esencial para abordar los desafíos actuales y garantizar que la tecnología sea un medio para promover el bienestar colectivo.
La preocupación del Papa Francisco por la ética en la tecnología no es nueva. En el pasado, durante la Cumbre del Grupo de los Siete (G7) en Italia, expresó su oposición a permitir que los algoritmos definan el destino de las personas. Esta postura refleja su compromiso con garantizar que los avances tecnológicos no comprometan valores humanos fundamentales.