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José María Álvarez-Pallete, expresidente de Telefónica
José María Álvarez-Pallete, expresidente de Telefónica

Álvarez-Pallete, un maratoniano que transformó una Telefónica comida por las deudas

Por Alfonso de Castañeda
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alfondcctelycom4com/8/8/17
domingo 19 de enero de 2025, 09:00h

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La figura de José María Álvarez-Pallete López, un economista madrileño de perfil discreto, pero con una capacidad de gestión ampliamente reconocida, será recordada como una de las más emblemáticas en la historia reciente de Telefónica.

Su liderazgo, que arrancó en 2016, marcará un antes y un después en la evolución de la multinacional de telecomunicaciones más importante de España. Ahora, tras un periodo de siete años al frente de la compañía, su salida marca el cierre de un capítulo clave para la empresa y para el sector.

Un legado que trasciende fronteras

Desde su llegada al Grupo Telefónica en 1999, Álvarez-Pallete destacó por su habilidad para manejar la complejidad financiera y estratégica en entornos globales. Su experiencia previa en Cemex, donde diseñó estrategias innovadoras para sortear devaluaciones en mercados emergentes, lo preparó para liderar una empresa con una fuerte presencia internacional.

Álvarez-Pallete lideró iniciativas clave como la reducción de la deuda histórica de la compañía

Durante su gestión como presidente ejecutivo, Telefónica consolidó su posición en América Latina y Europa, con una apuesta por cuatro mercados clave (España, Reino Unido con la fusión con Liberty Global, Alemania y Brasil, dejando Hispanoamérica en un segundo nivel del que ha ido saliendo poco a poco) pero también ha sentado las bases de la digitalización y, sobre todo, de la sostenibilidad financiera.

Álvarez-Pallete lideró iniciativas clave como la reducción de la deuda histórica de la compañía, que llegó a superar los 55.000 millones de euros y que a su salida se encuentra en 28.748 millones de euros (según datos de septiembre), y la expansión en mercados estratégicos como Brasil y Alemania. Todo ello, logrado sin desmerecer el esfuerzo inversor que durante estos nueve años ha superado los 71.500 millones de euros.

Además, durante su liderazgo, Álvarez-Pallete ha logrado una generación de caja acumulada de 40.000 millones de euros que ha permitido repartir casi 20.000 millones de euros en dividendos y recompra de acciones. Asimismo, ha aumentado el patrimonio neto del grupo en más de 6.000 millones de euros.

El reto de reinventar Telefónica

Uno de los mayores desafíos a los que se ha enfrentado Álvarez-Pallete, además de la situación financiera, ha sido transformar Telefónica de una empresa centrada en la telefonía tradicional a un actor relevante en el ecosistema digital. La compañía, bajo su dirección, apostó por el desarrollo de infraestructuras críticas como la red 5G, además de consolidar su posición en el sector de los datos y los servicios digitales mediante el impulso y creación de la más que rentable Telefónica Tech.

Cuando el directivo llego a la presidencia de Telefónica, las redes de la compañía tranportaban casi 17 millones de terabytes, hoy transitan más de 150 millones de terabytes. En aquel 2015, la gran parte de la red estaba compuesta por redes de cobre; hoy estas redes están apagadas y transita por redes de fibra.

Su enfoque en la innovación tecnológica ha estado acompañado por un discurso crítico hacia las plataformas digitales y las asimetrías regulatorias que, según él, beneficiaban a gigantes como Meta, Amazon, Apple y Netflix, entre otras, en detrimento de las empresas de telecomunicaciones. "Mismo servicio, mismas reglas", solía afirmar, subrayando la necesidad de una regulación más equitativa en el sector.

Una compleja relación con la política

La gestión de Álvarez-Pallete no ha estado exenta de tensiones políticas. Desde el desembarco de la saudí STC en el accionariado de Telefónica, que provocó el regreso del Estado español a través de la SEPI con un 10% del capital, su posición como líder comenzó a tambalearse. Esta reconfiguración accionarial, impulsada por el Gobierno, marcó un punto de inflexión en su relación con la administración.

A pesar de los logros alcanzados durante su mandato, el control político sobre Telefónica aumentó las presiones para un relevo en la presidencia. La llegada de Marc Murtra, una figura vinculada al ámbito público, especialmente al PSC, y sin experiencia directa en telecomunicaciones, evidencia el peso de las decisiones políticas en la dirección de la empresa.

Uno de los directivos más condecorados

La trayectoria de Álvarez-Pallete ha sido reconocida tanto en España como a nivel internacional. Entre los múltiples galardones que ha recibido destacan su nombramiento como “Mejor CEO de España” por Forbes, la “Cruz del Mérito Militar” y el título de “Embajador Honorario de la Marca España”. Estos reconocimientos reflejan su capacidad para combinar la gestión empresarial con una visión estratégica que trasciende el ámbito corporativo.

Además, Álvarez-Pallete ha sido un defensor de la sostenibilidad, impulsando iniciativas destinadas a reducir la brecha digital y a fortalecer la infraestructura tecnológica en regiones menos desarrolladas. Bajo su liderazgo, Telefónica invirtió en proyectos que promovieron el acceso a la conectividad en zonas rurales y en mercados emergentes.

Una Telefónica sin uno de sus mayores telefónicos

La salida de Álvarez-Pallete deja a Telefónica en un momento de transición crucial. Los retos inmediatos incluyen el despliegue global de la 5G, la competencia feroz con gigantes tecnológicos y la necesidad de mantener la confianza de los inversores en un entorno de incertidumbre económica.

La falta de trayectoria en el sector de las telecomunicaciones plantea interrogantes sobre su capacidad para liderar una empresa tan compleja y global

La llegada de Murtra supone un cambio de paradigma para la compañía. Aunque su experiencia en gestión pública y consultoría puede aportar una nueva perspectiva, la falta de trayectoria en el sector de las telecomunicaciones plantea interrogantes sobre su capacidad para liderar una empresa tan compleja y global como Telefónica.

Mientras tanto, Álvarez-Pallete deja un legado marcado por la resiliencia que le caracterizaba en los despachos y en los maratones, la transformación y un compromiso inquebrantable con la innovación. Su salida marca el final de una etapa en Telefónica, pero también el inicio de un nuevo capítulo en la historia de una de las compañías más emblemáticas de España. El tiempo dirá si la decisión del Gobierno es la acertada.

Si algo queda claro de Álvarez-Pallete, es una frase que tantas veces ha repetido: “una vez telefónica, siempre telefónico”.

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