La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha iniciado el año con una nueva estrategia para combatir las prácticas anticompetitivas en la contratación pública.
Con un presupuesto de 2,16 millones de euros, el regulador ha abierto una licitación para desarrollar y mantener herramientas avanzadas basadas en inteligencia artificial y análisis de datos, buscando modernizar su sistema BRAVA (Bid Rigging Algorithm for Vigilance in Antitrust) y ampliar su capacidad de supervisión.
BRAVA, el algoritmo central del sistema de la CNMC, se diseñó específicamente para detectar comportamientos sospechosos en licitaciones públicas. Este sistema, que analiza una base de datos de más de 3,5 millones de contratos, se vale de técnicas avanzadas de análisis de patrones y aprendizaje automático para identificar indicios de colusión entre empresas.
Entre las anomalías detectadas por BRAVA se incluyen la presentación reiterada de ofertas similares y la identificación de vínculos empresariales que puedan sugerir acuerdos ilícitos. Además, el sistema integra datos en tiempo real proporcionados por el Colegio de Registradores, lo que mejora significativamente su eficacia en la identificación de posibles irregularidades.
La CNMC ha subrayado que este contrato es el primero de su tipo dedicado exclusivamente al desarrollo de inteligencia artificial
La CNMC ha subrayado que este contrato es el primero de su tipo dedicado exclusivamente al desarrollo de inteligencia artificial e inteligencia de negocio. Hasta ahora, los avances en estas áreas se habían realizado dentro de proyectos internos o como parte de contratos generales.
El nuevo contrato, con una duración inicial de 24 meses, tiene como objetivo garantizar la continuidad tecnológica, la seguridad de los datos y la unificación de los enfoques metodológicos. También busca adaptarse a las crecientes demandas de análisis avanzado en un entorno regulatorio y operativo cada vez más complejo.
Alcance del proyecto
La licitación abarca un conjunto integral de servicios que incluyen el desarrollo de modelos predictivos, la evolución de aplicaciones existentes y la implementación de soluciones avanzadas como el aprendizaje automático y el procesamiento del lenguaje natural. Además, contempla servicios adicionales para atender necesidades urgentes o imprevistas, como la incorporación de nuevas funcionalidades y el refuerzo en la resolución de problemas críticos.
Esta iniciativa busca optimizar las herramientas actuales y ampliar la capacidad de la CNMC para responder a los cambios normativos y garantizar que las prácticas anticompetitivas sean detectadas y sancionadas con mayor rapidez y precisión.
El éxito de esta modernización depende en gran medida del talento técnico que la CNMC pueda atraer. Según los pliegos administrativos del proyecto, se buscan perfiles altamente especializados, con remuneraciones que pueden alcanzar los 150.000 euros anuales. Estas contrataciones están orientadas a garantizar la implementación eficiente de las herramientas y a mantener su operatividad frente a los constantes retos tecnológicos.