Sam Altman, una de las figuras más prominentes en el mundo de la tecnología, se encuentra el ojo del huracán judicial por una demanda de su propia hermana, Ann Altman, quien asegura que el líder de OpenAI abusaba sexualmente de ella durante años.
Los Reyes Magos llegaron a casa de Sam Altman con una demanda bajo el brazo presentada en el Tribunal de Distrito del Este de Missouri, en el que se detallan diferentes abusos por parte de Sam a su hermana Ann que incluyen agresiones físicas y psicológicas, algunos de índole sexual, en distintos actos cometidos supuestamente durante un periodo de casi una década.
Según el documento judicial, Ann Altman, quien actualmente tiene 30 años, asegura que los abusos comenzaron cuando tenía tres años y Sam, 12. Los hechos habrían ocurrido de manera recurrente en el hogar familiar en Clayton (Missouri) e incluyen actos de agresión sexual, violación y manipulación emocional. El abuso, según Ann, se prolongó hasta 2006, cuando Sam ya era mayor de edad y ella aún era menor.
La demanda expone el supuesto abuso físico, pero también incide en el impacto psicológico que estos eventos han tenido en la vida de Ann, quien alega haber sufrido "angustia emocional severa, depresión y ansiedad" que continúa hasta el presente. Asimismo, afirma haber incurrido en altos costes médicos derivados de su tratamiento tanto físico como mental.
En términos legales, Ann solicita un juicio con jurado y una indemnización de al menos 75.000 dólares, además de los costes legales asociados, aunque en una misiva enviada por los abogados de Ann se hace hincapié en que se perseguirá una sentencia por daños punitivos que exponga el patrimonio neto de Sam Altman y le obligue a una importante contraprestación por los daños.
La familia de Sam le defienden
En respuesta a las acusaciones, Sam Altman ha compartido una declaración conjunta junto a su madre, Connie Altman, y sus hermanos, negando rotundamente las acusaciones. "Estas afirmaciones son completamente falsas", afirma la familia en un comunicado publicado en la plataforma X (antes Twitter).
Altman y su familia asegura que Ann sufre problemas de salud mental y que ha rechazado tratamiento convencional
En su declaración, Altman y su familia aseguran que Ann sufre problemas de salud mental y que ha rechazado tratamiento convencional. Según ellos, esto ha resultado en tensiones familiares prolongadas. El CEO de OpenAI también señala que ha dado apoyo financiero continuo a su hermana, cubriendo su renta y facturas, e incluso ofreciéndole comprar una casa, lo cual, asegura, fue rechazado mientras Ann continúa demandando más recursos.
Si bien esta no es la primera vez que Ann Altman hace públicas estas acusaciones, es la primera vez que decide llevar el caso a los tribunales. Previamente, había utilizado plataformas como X para exponer sus denuncias, aunque no se habían formalizado en una acción legal.
El abogado de Ann, Ryan Mahoney, es conocido por su experiencia en casos de abuso sexual y acoso, lo que añade peso a la demanda. Este giro legal coloca a Sam Altman en una posición delicada, tanto a nivel personal como profesional, especialmente considerando su prominencia en la industria tecnológica.