Nick Clegg, quien se ocupaba el cargo de presidente de Asuntos Globales en Meta desde 2018, ha anunciado su salida de la compañía y será reemplazado por Joel Kaplan, ejecutivo de la firma desde 2011.
Con este movimiento, Meta inicia un cambio de liderazgo en un área clave para las relaciones institucionales y la gestión de políticas públicas, en un momento de notable atención hacia el papel de las grandes empresas tecnológicas.
El nombramiento de Kaplan se produce después de que Clegg confirmara su decisión de renunciar, argumentando que considera oportuno dar paso a una transición de liderazgo. Durante su estancia en Meta, Clegg se encargó de supervisar la estrategia de la compañía en materia de regulación y comunicaciones, labor que coincidió con un período de fuerte escrutinio por parte de gobiernos y organismos reguladores. El directivo, ex viceprimer ministro del Reino Unido, había asumido inicialmente la tarea de encabezar las actividades de lobbying de la empresa en diversos mercados internacionales.
Nick Clegg en Meta
Antes de incorporarse a lo que entonces era Facebook, Clegg ocupó cargos de relevancia en política europea y británica, dejando atrás la escena parlamentaria en 2017. Durante sus años en la compañía, la antigua denominación de la marca dio paso a Meta, reflejando el interés por el desarrollo de plataformas inmersivas y la transición hacia un ecosistema de servicios más amplio.
El ya ex presidente de Asuntos Globales ha tenido un importante rol a medida que la organización se enfrentaba distintas investigaciones antimonopolio y evaluaciones sobre la influencia de Facebook e Instagram en la opinión pública. En 2022, Clegg amplió sus responsabilidades para reforzar las líneas de política y comunicaciones.
Quién es Joel Kaplan
Su sustituto, Joel Kaplan, llegó a Meta con experiencia previa en el entorno político de Estados Unidos, tras colaborar en la administración del expresidente George W. Bush. Este trasfondo contrasta con la trayectoria de Clegg, de perfil más centrado, lo que ha despertado expectativas en torno a posibles ajustes en el enfoque de la compañía hacia sectores conservadores o afines a la esfera republicana, partido que asumirá la presidencia de la Casa Blanca con la llegada de Donald Trump. El cambio de liderazgo coincide con un clima de polarización, en el que la moderación de contenidos y la influencia de las redes sociales siguen siendo objeto de controversia.
Con la salida de Clegg, Meta afronta el reto de mantener el equilibrio entre la innovación tecnológica y las exigencias de reguladores en cuestiones como privacidad, libre competencia y verificación de información.
Aún se desconoce si la empresa emprenderá cambios inmediatos en su estrategia, aunque el relevo deja entrever un interés en consolidar relaciones con diversos interlocutores políticos y responder de forma más efectiva a las demandas sociales que condicionan la actividad de las grandes compañías tecnológicas.
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