La Comisión Europea ha iniciado una investigación formal contra el fabricante estadounidense de vidrio especializado en cubrir pantallas de dispositivos electrónicos, Corning, por presunto abuso de posición dominante.
La investigación se centra en el mercado global de vidrio alcalino-aluminosilicato (Alkali-AS Glass), un tipo de vidrio conocido por su alta resistencia a golpes, que se utiliza principalmente en teléfonos móviles, tabletas y relojes inteligentes bajo marcas como "Gorilla Glass".
El foco de la investigación radica en los acuerdos exclusivos que Corning podría haber establecido con fabricantes de dispositivos (OEM) y empresas procesadoras de vidrio (finishers), los cuales podrían estar restringiendo la competencia en el sector. La Comisión Europea sospecha que estos acuerdos incluyen cláusulas que limitan la capacidad de los OEM y finishers para adquirir vidrio de otros proveedores, favoreciendo así a Corning en detrimento de sus competidores.
“Romper la pantalla de un teléfono móvil es una experiencia muy frustrante y costosa. Por ello, una fuerte competencia en la producción del cristal utilizado para proteger estos dispositivos es crucial para garantizar precios bajos y un cristal de alta calidad”, apunta Margrethe Vestager, la todavía vicepresidenta ejecutiva responsable de la política de competencia de la Comisión Europea. “Estamos investigando si Corning, uno de los principales productores de este vidrio especial, puede haber intentado excluir a los productores de vidrio rivales, privando así a los consumidores de un vidrio más barato y resistente a la rotura”, anuncia Vestager.
De qué se acusa a Corning
En este sentido, Bruselas investigará las obligaciones de exclusividad, para determinar si Corning ha exigido a algunos OEM que adquirieran todo o casi todo el vidrio que necesitan exclusivamente de ellos, limitando así las opciones de los fabricantes y dificultando el acceso de competidores al mercado.
Además, la Comisión Europea señala que Corning podría estar ofreciendo descuentos a cambio de cumplir con las obligaciones de exclusividad, lo que incentivaría a los fabricantes a mantener una relación exclusiva con el proveedor estadounidense.
El regulador pone el foco también en las cláusulas de "preferencia de oferta", conocidas como “cláusulas inglesas”, que requerirían que los OEM informen a Corning sobre ofertas de otros proveedores y, en caso de recibir una oferta más baja, permitirían a Corning igualar el precio para conservar el acuerdo.
Por otro lado, la Comisión ha identificado otras dos prácticas potencialmente restrictivas. Por un lado, la obligación de compra exclusiva, ya que, según la investigación, los procesadores de vidrio se verían obligados a comprar la mayor parte, si no toda, de su demanda de vidrio Alkali-AS a Corning, limitando su libertad para trabajar con otros proveedores.
Por otro lado, las cláusulas de no impugnación de patentes. Estas cláusulas impedirían a los finishers (procesadores de vidrio) cuestionar las patentes de Corning, lo cual podría frenar la innovación y consolidar la posición de Corning en el mercado.
La Comisión teme que estas prácticas limiten la competencia, restringiendo las opciones de los consumidores y potencialmente aumentando los precios. Además, la exclusión de competidores podría obstaculizar la innovación, afectando la disponibilidad de alternativas de vidrio más asequibles o con mayores avances tecnológicos. Si estas prácticas se confirman, podrían constituir una violación del artículo 102 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE), que prohíbe el abuso de posición dominante.