La participación de los accionistas en las Juntas Generales es clave para el buen funcionamiento de las empresas y del mercado de capitales. Sin embargo, en España, la normativa actual presenta ciertas limitaciones que impiden la participación plena de todos los accionistas, especialmente de aquellos que residen en el extranjero.
La participación de los accionistas en las Juntas Generales es clave para el buen funcionamiento de las empresas y del mercado de capitales. Sin embargo, en España, la normativa actual presenta ciertas limitaciones que impiden la participación plena de todos los accionistas, especialmente de aquellos que residen en el extranjero.
En este contexto, crece la necesidad de reformar la regulación para permitir que las Juntas Generales puedan celebrarse de manera íntegramente telemática, algo que ya ocurre en otros países.
En países como Alemania y Estados Unidos, la celebración telemática de las Juntas Generales de accionistas es una práctica común. Este modelo no solo mejora la participación, sino que también permite a las empresas operar de manera más eficiente. En un mercado globalizado, donde muchos accionistas residen en el extranjero, la opción de asistir a las Juntas desde cualquier lugar del mundo es crucial. Además, este formato reduce los costes relacionados con la logística de las reuniones presenciales, como desplazamientos y servicios adicionales.
Además de la eficiencia y el ahorro de costes, las Juntas telemáticas ofrecen mayor transparencia y accesibilidad. La posibilidad de grabar y transcribir las reuniones permite que todos los accionistas tengan acceso a la información, incluso si no pudieron asistir en directo, lo cual fortalece la relación entre los accionistas y las empresas, mejorando la confianza en el mercado.
Limitaciones de la normativa actual
En España, la legislación actual obliga a las empresas a celebrar sus Juntas Generales de manera presencial, lo que limita la participación a aquellos accionistas que pueden asistir físicamente. Este enfoque no se ajusta a las necesidades actuales de un mercado internacional. La tecnología permite una participación efectiva de los accionistas sin necesidad de presencia física, lo que ha llevado a varios actores del sector financiero a demandar una reforma normativa que facilite la adopción de Juntas telemáticas.
Las empresas cotizadas españolas han sido firmes defensoras de esta reforma, ya que consideran que la normativa vigente es demasiado rígida y no se adapta a las demandas de los accionistas ni a las necesidades operativas de las compañías.
En este sentido, Javier Hernani, CEO de BME, ha destacado la importancia de modernizar las Juntas Generales para mejorar la comunicación entre emisores e inversores: "Una mejor interacción entre las empresas y los accionistas generará más confianza en el mercado y reducirá los costes de capital", apunta Hernani.
Asimismo, durante el mismo evento, celebrado en el Palacio de la Bolsa de Madrid, representantes de grandes empresas cotizadas como Santander, Telefónica e Iberdrola han mostrado su apoyo a la reforma, así como bufetes de la talla de Georgeson, Cuatrecasas y Garrigues.