Esta operación, que incluye las redes de más de 20 operadores adquiridos en los últimos dos años por Avatel, se conoce en el sector como como IRUs (Indefeasible Rights of Use) y son claves en la estructura de negocio del quinto operador del mercado nacional para abaratar las compras de operadores locales.
Esto permite a Avatel vender los derechos de uso de la red a un tercero, pero mantiene su propiedad y se convierte en el usuario exclusivo de la red con los clientes adquiridos, de manera que recibe un pago único inicial y realiza pagos periódicos por el uso de la red, facilitando al fondo inversor que recupere su inversión al tiempo que le da una inyección de liquidez a Avatel, que se encuentra en pleno proceso de ERE y en expansión, según avanza El Mundo.
Víctor Rodríguez, presidente de Avatel, se unirá al Consejo de Copernico
Esto convierte a Inveready en propietario del 75% de Copernico Connections Iberia SL, una filial que administra las redes transferidas, por lo que ha pagado 61 millones de euros mientras que Avatel mantiene el 25% restante, por el que desembolsa 11,9 millones y se encargará de las labores de mantenimiento. Víctor Rodríguez, presidente de Avatel, se unirá al Consejo de Copernico.
De este modo, Avatel se compromete además a pagar una cantidad fija por cada cliente que utilice la red y tendrá uso exclusivo de ella durante 12 de los 25 años que dura la cesión.
Avatel, un terremoto en la conectividad rural
Esta operación se produce en pleno proceso de ERE por el cual la compañía despide de manera colectiva a 674 empleados, lo que supone el 36% de la plantilla, como parte de la estrategia de la compañía para optimizar su estructura y prepararse para el siguiente movimiento: la venta de la firma, en la que están interesados Telefónica y la propia Inveready en una operación que podría alcanzar los 700 millones, incluyendo los 550 millones de deuda que posee Avatel.