Con esta decisión, Apple se suma a la cada vez más larga lista de compañías tecnológicas acusadas de monopolio por los reguladores estadounidenses, entre los que se encuentran ya Google, Meta y Amazon, entre otros.
La demanda civil, presentada por el fiscal general, Merrick Garland, acusa a los de Cupertino de monopolio ilegal en el mercado de la telefonía móvil, una posición que ha logrado imponiendo restricciones contractuales a los desarrolladores y negándoles el acceso a productos esenciales.
“Los consumidores no deberían tener que pagar precios más altos porque las empresas violan las leyes antimonopolio”
“Los consumidores no deberían tener que pagar precios más altos porque las empresas violan las leyes antimonopolio”, ha asegurado el fiscal. “Si no se le cuestiona, Apple solo continuará fortaleciendo su monopolio de teléfonos inteligentes”, apunta Garland.
En concreto, la demanda que ha presentado el Departamento de Justicia junto a los fiscales generales de 16 Estados ante los tribunales de Nueva Jersey, la justicia acusa al gigante que lidera Tim Cook de usar su posición de mercado para obtener más dinero de los consumidores, desarrolladores, creadores de contenidos, artistas, editores, pymes y comerciantes. “Cada paso en la línea de conducta de Apple construyó y reforzó el foso alrededor de su monopolio de teléfonos inteligentes”, sostiene la demanda.
Apple se defiende
Desde Cupertino no han tardado en responder y en un comunicado, Apple asegura que esta demanda “amenaza lo que somos y los principios que distinguen a los productos de Apple en mercados ferozmente competitivos” y advierten que “si prospera, obstaculizaría nuestra capacidad de crear el tipo de tecnología que la gente espera de Apple, en la que se entrecruzan hardware, software y servicios”.
Además, defienden que la demanda es “errónea en los hechos y en la ley” y aseguran que se defenderán.