Ante este panorama, es importante tomar precauciones para mantener los dispositivos móviles a salvo de los peligros del verano.
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Cuidado con el agua dulce y salada
Con el auge de las redes sociales, es muy común realizar fotografías en la orilla del mar. En este sentido, una encuesta de CertiDeal señala que un 5% de los usuarios cambia de smartphone por el deterioro que el mar genera en el dispositivo. Es cierto que cada vez hay más dispositivos resistentes al agua, pero, lo ideal es evitar sumergirlos en el mar o en la piscina. Hay que tener cuidado con el agua del mar, y el cloro, es importante recordar tener las manos totalmente secas para que el teléfono no coja humedad.
Cremas y aceites solares
Durante el tiempo de piscina y playa la crema solar se ha convertido en un elemento fundamental. Por este motivo, a la hora de utilizar el smartphone después de utilizar crema solar, ya que puede dañar el dispositivo. Para evitar sustos, lo ideal es tener las manos limpias a la hora de tocar el dispositivo móvil, y así, evitar que penetren en el interior y lo perjudiquen.
Los peligros de la carga
Para muchos usuarios la autonomía de su dispositivo fundamental. Muchas personas sienten ansiedad si a la hora de abandonar su hogar no tienen suficiente batería. En verano con las altas temperaturas es fundamental controlar un poco más la carga de los dispositivos móviles. El calor sumado al paso de energía desde el enchufe es una combinación que afecta la batería, por este motivo, no se recomienda dejarlo cargando durante largas horas, y mucho menos durante toda la noche. Y, por muy raro que suene, para conservar el buen estado de la batería durante más horas, lo mejor es mantener la batería entre el 60 y 80%.
Cuidado con el polvo y arena
Un aspecto que hay que tener muy en cuenta es que, en verano, el ambiente es mucho más seco debido a la ausencia de lluvias, y si a esto le unimos el ir a la playa, o la montaña, la exposición al polvo y a la arena hace que el estado del smartphone peligre. El acceso a la carga o los auriculares son los pequeños lugares que peor salen parados, por este motivo, lo ideal es protegerlo ante esto, ya sea poniéndole una funda, o guardándolo en una bolsa.
No dejar el teléfono en el coche
Finalmente, es muy común que las personas dejen su smartphone en el coche, lo que puede suponer un riesgo en verano por las altas temperaturas. El vapor que genera el calor en los vehículos también afectará la batería de ion de litio. Además, es importante recordar que las cargas inalámbricas, aunque sean cómodas y ágiles, generan más calor, reduciendo la vida útil de la batería del móvil.