La oportunidad que la comunidad de voluntarios de la empresa Schneider Electric quiere ofrecer a los niños españoles en riesgo de exclusión social, es la de poder iniciarse en un sector futurista, el cual les dará la oportunidad de acceder a un posible mercado laboral, si siguen dedicandose a la labor que, a modo de juego, se les quiere enseñar.
"Los robots son el señuelo para estimularlos."
La necesidad de cubrir la brecha tecnológica en los sectores desfavorecidos y por los altos precios a los que pueden llegar este tipo de cursos, los voluntarios de la compañía crearon esta iniciativa solidaria. Las clases son semanales y duran una hora, en la que los niños pasan la mitad de la clase realizando ejercicios de programación en un ordenador, como si fuera un videojuego; y la otra la emplean en un caso práctico, donde aprender a programar los movimientos de un robot por grupos, incentivando así el trabajo en equipo.
El proyecto forma parte del programa ‘VolunteerIn’, el cual busca que los empleados de todo el mundo den sus ideas relacionadas con la ayuda social, e hizo que la iniciativa ‘Se Mueve’, diera comienzo el pasado mayo de 2019 en el barrio del Raval, en Barcelona.