“Los datos son ahora fundamentales para el trabajo de las personas y las empresas más exitosas tienen de forma inteligente lo han integrado en el flujo de trabajo diario de todos. Los datos son la nueva aplicación”, expresa Frank Bien, CEO y presidente de Looker.
En la actualidad, el uso de los datos junto con la Inteligencia Artificial (IA), usado apropiadamente, puede mejorar la satisfacción del cliente, abrir nuevos mercados y crear nuevas fuentes de ventajas competitivas.
“El mundo basado en datos estará siempre encendido, siempre rastreando, siempre monitoreando, siempre escuchando y siempre observando. Lo que percibimos como aleatoriedad estará limitado en patrones de normalidad por sofisticados algoritmos de IA, que ofrecerán el futuro de maneras nuevas y personalizadas. La Inteligencia Artificial impulsará aún más la automatización de las empresas, lo que proporcionará nuevos niveles de eficiencia”, explican David Reinsel, John Gantz y John Ridning de IDC.
“El mundo basado en datos estará siempre encendido, siempre rastreando, siempre monitoreando, siempre escuchando y siempre observando”.
De este modo, el bienestar del cliente minorista mejora con la personalización de los datos. Según una encuesta a los clientes minoristas: el 91% de las marcas preferidas ofrecen ofertas personalizadas; el 83% está dispuesto a compartir pasivamente los datos a cambio de experiencias personalizadas; y el 74% está dispuesto a compartir activamente los datos a cambio de estas experiencias.
Respecto a la evolución del volumen de datos, en 2018, se situó en un incremento del 13% con respecto al 10% de 2015. Para 2020, se prevé un aumento hasta el 16%. Por regiones, EMEA representa el mayor volumen de datos compartidos, mientras que china crece y Estados Unidos disminuye.
Recorrido histórico de los datos
Las empresas previas a 1995, usaban los datos humanos para mejorar las experiencias de los clientes. Así, tal y como apunta el Informe de “Tendencias de Internet 2019”, IBM desarrolló un aumento de ventas gracias al conocimiento de sus clientes y alcanzó los dos billones de dólares. O por ejemplo, en 1978, Chrysler se centró en los grupos de enfoque para dar al usuario el producto que quería.
Con ello, los negocios empezaron a introducir la optimización de marketing, la experiencia de usuario y la optimización en ventas. De este modo, el comercio electrónico ahorraba a los clientes tiempo y sería lo que hoy en día está presente en nuestras vidas: e-commerce.
Entre 1990 y 2000, el foco de atención se centra en Internet, los dispositivos móviles y la nube como Amazon o Apple. A partir del 2000, las empresas emplean herramientas para la gestión de datos digitales e insights para mejorar las experiencias de los clientes. El método se basaba en tres pasos: recopilar datos, gestionar las conexiones y optimizar los datos.