Según fuentes de Reuters han informado que Beijing Kunlun desató alertas después de dar a los ingenieros de Beijing acceso a la base de datos de Grindr durante varios meses.
A pesar de que no había pruebas de que la empresa hubiera hecho un mal uso de los datos, los informadores creen que el Comité de Inversión Extranjera en los Estados Unidos (CFIUS) estaba preocupado por que el gobierno chino pudiera rastrear la base de datos para encontrar información sobre el personal de inteligencia y militar de Estados Unidos.
Kunlun busca comprador para Grindr
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CFIUS ordenó a Beijing Kunlun que restringiera el acceso a la base de datos en septiembre, de acuerdo a los informadores. Así, el equipo de Grindr cumplió y se separó funcionalmente. Pero en febrero, su empresa matriz había decidido cerrar la oficina de Pekín por completo por motivos de política y privacidad. No obstante, CFIUS ha pedido a Beijing Kunlun que venda Grindr el pasado marzo.
La empresa matriz no ha hecho comentarios sobre el informe hasta ahora, pero una portavoz de Grindr señaló que la privacidad y seguridad de los datos “es y siempre será una prioridad”.