Hasta ahora, las pantallas táctiles se fabrican superponiendo al panel del visualización, ya sea de cristal líquido (LCD) o de LED orgánico de matriz activa (AMOLED), una capa táctil que hay que conectar a los circuitos por separado del propio panel. Por ejemplo, el iPhone de Apple utiliza un sensor táctil producido en China por la firma alemana Balda AG, superpuesto a un panel LCD fabricado por Sharp. En cambio, las nuevas pantallas de Samsung llevarán un sensor táctil de 0,001 milimetros de grosor que se vaporiza directamente sobre la pantalla, pasando a formar parte de ella.
De este modo, además de economizar en la producción y de facilitar el posterior ensamblaje de los terminales, se obtiene una mayor calidad de imagen. La firma coreana asegura que se trata de la primera vez que se incorpora un sensor táctil sobre un sustrato AMOLED.
Para empezar, Samsung fabricará con esta nueva tecnología híbrida pantallas de 3,3 pulgadas con resolución WVGA (480x800 píxels). Es de esperar que la disponibilidad de este nuevo componente integrado contribuya a incrementar aún más la presencia de las pantallas táctiles en el mercado de los móviles.