1) Sincronizar el correo de forma manual y sólo en el momento en el que realmente necesitamos consultarlo. Es decir desactivar los sistemas push.
2) Reducir el tiempo en el que la pantalla se mantiene activa tras la última pulsación. Normalmente es algo que podemos variar en el menú de ajustes de pantalla.
3) Rebajar
el brillo de la pantalla.
4) Si estamos un sitio en el que no tenemos muy buena cobertura y no usa utilizar el móvil, conviene activar el modo vuelo. La búsqueda de la red consume mucha energía.
5) Desactivar la conexión a través de Wi-Fi.
6) Apagar el Bluetooth. Algo conveniente incluso por seguridad.
7) Evitar el uso del GPS salvo en casos estrictamente necesarios. Hay que tener en cuenta que aplicaciones que lo utilizan por defecto de, por ejemplo el geoetiquetado de las fotografías.
8) Salir completamente de las aplicaciones de mensajería instantánea cuando nos estén usando.
9) Las descargas de video y de otro tipo de archivos multimedia consumen mucho más batería que otros servicios aplicaciones.
10) si vamos a dejar de usar un teléfono durante un periodo prolongado de tiempo debemos asegurarnos de que lo apagamos para evitar de la batería se descargue completamente y que no podamos llegar a recuperarla.
Un último consejo es retirar el cargador del enchufe cuando se haya terminado la carga de la batería de los teléfonos. Es más, éstos no deben mantenerse conectados después de finalizada la misma.