El N85 viene cargado hasta la bandera de tecnología en el apartado multimedia, sin dar de lado por ello a la conectividad que requiere cualquier teléfono que desee incluir un paquete competitivo en el apartado de oficina. Wifi, Bluetooth A2DP, USB 2.0, HSDPA… sólo le faltaría para obtener calificación de sobresaliente en el área profesional un teclado QWERTY, pero entonces el terminal no luciría la ‘N’ con la que Nokia denomina a los terminales enfocados
al mercado multimedia, sino la ‘E’ –móviles para el mercado ejecutivo-. De entrada la caja en la que viene el teléfono viene muy completa. A la tarjeta de microSD de 8GB que se incluye hay que sumar unos auriculares manos libres y un cable para conectar el teléfono al televisor, algo que permite contemplar los vídeos y fotografías captados por su cámara de 5 megapíxeles. En este sentido, la lente Carl Zeiss con la que trabaja está protegida por una pestaña que aísla el cristal de los agentes externos. Es común que, al introducir el teléfono en el bolsillo, éste recoja polvo o se raye, y las fotografías pierdan calidad tras cada disparo; pero este no será el caso. Justo al lado del objetivo se encuentra su doble flash de diodo luminoso, elemento que garantiza una notable claridad en las fotografías incluso en entornos con total ausencia de luz.
Para realizar instantáneas sólo hay que pulsar el botón de acceso directo a la cámara, situado en el lateral del equipo, y se iniciará el menú fotográfico en el que se puede cambiar a modo vídeo y activar/desactivar funciones como el modo automático o manual, el flash, el temporizador, disparo secuenciado o el zoom. Cuenta con un editor fotográfico con el que se pueden modificar las fotos, ajustando su contraste y nitidez, recortando la zona que más interese o incluyendo texto, entre otras opciones. Además, es posible, a través del GPS, dejar marcada cada fotografía en el punto del planeta en el que haya sido realizada, si bien habrá que armarse de paciencia, pues después de captar cada fotografía el teléfono deberá conectarse a la red satelital para establecer la ubicación concreta. Por otra parte, hay que destacar que el GPS viene con una licencia de navegación gratuita por voz a través de Nokia Maps de 3 meses de duración (Nokia Maps no se puede utilizar para ser guiado desde el GPS si no se adquiere una licencia de este tipo). La gran ‘pequeña pantalla’ Los amantes del séptimo arte encontrarán en el N85 el compañero de viaje perfecto. Al margen de que venga de serie con 8GB de memoria en formato microSD, lo que permitirá almacenar múltiples películas, su pantalla de 2,6 pulgadas puede trabajar en formato panorámico. Sólo hay que desplazar la pantalla hacia abajo con el pulgar y rotar el teléfono. A la izquierda del display aparecerán los botones de reproducción, pausa, avanzar y retroceder y, una vez abierta la película que se desee reproducir, interactuar con la misma será tan simple como con cualquier otro equipo de reproducción multimedia. En cuanto a la calidad de imagen de la pantalla, es excelente: puede mostrar una gama cromática de 16,7 millones de colores y su resolución es de 320x240 píxeles. Aunque la mayoría de los teléfonos móviles cuentan con un solo altavoz para la reproducción musical, el N85 lleva dos potentes amplificadores que permiten escuchar los archivos de música allí donde se desee, así como la radio –si bien en este último caso es imprescindible conectar unos auriculares de tipo mini jack, que harán las veces de antena- La pantalla y los altavoces son también elementos que brindarán grandes momentos a quienes utilizan el móvil como consola para jugar. El único aspecto que no funciona como debería es la tecla de navegación de cinco posiciones que, debido a sus dimensiones, da lugar a equívocos al ser pulsada. Algo que durante un juego se acentúa mucho más, pues no se puede ser tan preciso como cuando hay más tiempo para pensar lo que se desea hacer. Transmisor FM: escuchar la música del móvil desde cualquier radio El N85 lleva incluida una aplicación que permitirá escuchar toda la música almacenada en el teléfono a través de cualquier radio que emita en Frecuencia Modulada. El proceso es simple. Sólo hay que buscar en el receptor una frecuencia que se encuentre libre, es decir, que no esté siendo utilizada por ninguna emisora. Supongamos que se trata del 105.3 del dial. Sólo habría que abrir la aplicación ‘Transmisor FM’
desde el teléfono, activar el transmisor e incluir esta frecuencia. Una vez hecho esto, al reproducir las canciones desde el teléfono, las pistas se escucharán desde los altavoces del equipo de radio al volumen que se desee. El problema es que en grandes ciudades, con el dial muy saturado, será complicado encontrar una frecuencia libre que permita escuchar las canciones de forma nítida. Tampoco se obtiene una escucha óptima si se utiliza con la radio del coche, dado que al ser un elemento en movimiento el teléfono no será capaz de establecer un enlace estable a través de la frecuencia que se haya seleccionado.