El teléfono móvil (84,1%) y el ordenador portátil (60,9%) fueron los dispositivos mayoritariamente empleados por las personas entre 15 y 29 años, con fines comunicativos durante el confinamiento, seguidos de las videoconsolas, la tablet y el ordenador de sobremesa, según lo extraído por la investigación. Unas tecnologías que les han servido de puente a la hora de teletrabajar o seguir estudiando.
Trabajo y educación a distancia
A pesar de que un tercio de los jóvenes se ha visto afectado por un ERTE o ha perdido su trabajo a causa de la Covid, el teletrabajo se generalizó entre el 58% de los jóvenes, siendo este más frecuente en grupos de estudios superiores, clases media-alta y alta y residentes en grandes ciudades. Los problemas más citados a la hora de teletrabajar son aquellos relacionados con el espacio, los problemas de conexión o la imposibilidad de realizar determinadas tareas a distancia. Aun así, casi 8 de cada 10 jóvenes que han teletrabajado destacan que han podido cumplir todos o casi todos sus objetivos laborales.
En cuanto a la educación, casi 9 de cada 10 jóvenes ha continuado sus estudios de manera conectada, de los cuales, un 71% ha experimentado alguna dificultad. El nivel de estudios, la clase social y la posición ideológica marcan diferencias, de forma que aquellos grupos con más dificultades de adaptación al entorno digital han sido quienes cursan enseñanzas secundarias post-obligatorias y son jóvenes de clase media-baja y baja.
Por otro lado, las dificultades sufridas a la hora de estudiar tienen que ver con no poder concentrarse en el hogar (31,4%); falta de preparación del profesorado (28,9%); dudas que no pudieron resolver en soledad (24,7%) o no encontrarse bien anímicamente (23,1%), entre otras. A pesar de estos inconvenientes, casi el 70% de los jóvenes afirman haber satisfecho todos o casi todos los objetivos del curso académico.
Competencias digitales
Los jóvenes se consideran más habilidosos digitalmente que sus padres y madres (71,4%), y, en más de la mitad de los casos, que sus docentes y empleadores (55,8%).
Generalmente, los encuestados se consideran más habilidosos digitalmente que sus padres y madres (71,4%), y, en más de la mitad de los casos, que sus docentes y empleadores (55,8%). Son ellos los que se convirtieron en los principales prestadores de ayuda para las personas que les rodearon durante la cuarentena: el 72,4% prestó ayuda a algún conocido y en el 60,2% de los casos a su padre o madre.
Autoevaluación
Los jóvenes son conscientes de que, en ocasiones, abusan de las tecnologías. Un 47,3% declaran que pasa mucho más tiempo en Internet del que debería y un 33,5% algo más. Las mujeres tienen mucho más acentuada esa sensación de sobrepasar el límite que ellos, tanto en internet como, especialmente, en redes sociales. Esto les resta tiempo para otras actividades, especialmente para acciones muy importantes, como dormir (que reconoce el 33% de los chicos y chicas) o estudiar (29,8%).