La teleco española MasOrange, surgida de la fusión entre Orange y MásMóvil, pierde en pleno proceso del ERE a Berta Durán Pérez, quien ocupaba el cargo de directora de Oficina Accionista y consejera de la sociedad.
La salida Durán, que se marcha para asumir el rol de directora general de Personas, Organización y Comunicación en la aseguradora Santalucía, coincide con el proceso de despido colectivo (ERE) que afecta a 650 empleados, y con crecientes tensiones laborales entre la dirección de MasOrange y los sindicatos.
Con casi 17 años de experiencia en Orange España, Durán ocupaba un lugar destacado en MasOrange tras la fusión de ambas compañías. Durante su trayectoria, ha desempeñado roles clave en gestión y estrategia organizacional, y durante años fue la directora de Recursos Humanos de Orange España, habilidades que ahora pondrá al servicio de Santalucía.
Este movimiento ocurre mientras MasOrange atraviesa un periodo de incertidumbre y críticas por su gestión laboral, lo que pone de manifiesto los desafíos que enfrenta la compañía para estabilizar su estructura tras la fusión.
Conflictos laborales y demandas legales en torno al ERE
El ERE en MasOrange, que pretende recortar 650 puestos de trabajo, ha generado fuertes tensiones entre la dirección y los sindicatos. CCOO y USO han presentado una demanda de nulidad, argumentando que la negociación del ERE violó las normativas laborales al constituir una única mesa de negociación para las distintas sociedades del grupo.
Según los denunciantes, esta práctica no respeta la independencia jurídica de las entidades afectadas y contraviene el informe de la Inspección Laboral del Ministerio de Trabajo, que cuestiona el estatus de MasOrange como un grupo laboral consolidado.
UGT y Fetico, que sí firmaron el acuerdo, han defendido la legitimidad del proceso. Sin embargo, las denuncias de coacciones y falta de transparencia por parte de la empresa han intensificado el conflicto. Trabajadores afectados aseguran haber recibido presiones para aceptar el despido voluntario y denuncian que MasOrange contrató personal durante el periodo de adscripción, lo que contradice las razones económicas detrás del ERE.
La ejecución del ERE ha comenzado con un 71,53% de adscripciones voluntarias y despidos forzosos
La ejecución del ERE ha comenzado con un 71,53% de adscripciones voluntarias, pero la empresa ha recurrido a despidos forzosos para cumplir con sus objetivos que ya han arrancado. En este sentido, los sindicatos critican la falta de representación en la notificación de despidos, que en algunos casos se ha realizado mediante burofax.
A estas tensiones se suma la intención de MasOrange de establecer un convenio colectivo único para las 13 sociedades que conforman el grupo. CCOO y USO se oponen a esta medida, argumentando que un único convenio podría deteriorar las condiciones laborales de los empleados que actualmente gozan de mejores términos en sus acuerdos individuales.
Por su parte, UGT apoya la creación de un convenio único, afirmando que proporcionará homogeneidad y claridad en las condiciones laborales dentro del grupo. La dirección ha comunicado su intención de comenzar las negociaciones el 20 de diciembre.