LaLiga ha completado el proceso de adjudicación para la producción audiovisual de sus competiciones de Primera y Segunda División durante las próximas cinco temporadas, marcando un punto de inflexión con implicaciones técnicas de alto calado.
El cambio más significativo es la salida de Mediapro tras décadas como proveedor principal y la entrada de Host Broadcast Services (HBS), empresa suiza especializada en grandes eventos deportivos internacionales.
En un contexto en el que la calidad técnica de las retransmisiones se ha vuelto inseparable del valor comercial del deporte, LaLiga opta por una estructura que busca reforzar su posición en el ecosistema audiovisual global. Según el comunicado oficial, HBS será responsable de tres de los cinco bloques licitados: la producción de los partidos de LaLiga EA Sports y LaLiga Hypermotion, la producción del canal MCR y la prestación de servicios técnicos y centralizados.
La elección de HBS no es casual. Esta compañía cuenta con una trayectoria consolidada como ‘host broadcaster’ de los Mundiales de la FIFA desde 2002 y ha trabajado en eventos como la Eurocopa, los Juegos Olímpicos y otras competiciones de primer nivel. Su experiencia en la implementación de estándares técnicos internacionales parece alinearse con el objetivo de LaLiga de mejorar la percepción global del fútbol español y competir en igualdad de condiciones con ligas como la Premier League o la UEFA Champions League.
Telefónica refuerza su papel técnico
En este sentido, Telefónica Servicios Audiovisuales (TSA), por su parte, gestionará el bloque centrado en la contribución y distribución de señales. Esta tarea, esencial para garantizar la llegada de las retransmisiones a operadores nacionales e internacionales, refuerza la posición de Telefónica como proveedor técnico clave en el sector deportivo, aunque su rol no sea tan visible como el de HBS.
Desde hace años, Telefónica ha orientado su estrategia hacia un modelo más tecnológico y menos dependiente de los servicios tradicionales de telecomunicaciones. En este contexto, su papel en el ecosistema técnico de LaLiga —sumado a su implicación en otras competiciones como la Champions o los Juegos Olímpicos— representa una apuesta por consolidar su relevancia en la infraestructura audiovisual del deporte.
Un bloque sin adjudicar y el adiós a MediaPro
El único bloque que ha quedado desierto es el relativo a la creación de contenidos. LaLiga ha optado por no adjudicarlo por el momento, reservándose la posibilidad de integrarlo en futuros contratos.
Esta decisión puede leerse como una estrategia para tener un mayor control sobre la narrativa audiovisual que rodea a su producto más importante, especialmente tras las críticas que algunos clubes, como el Real Madrid, han vertido en años anteriores sobre el enfoque editorial de las retransmisiones.
Mediapro ha calificado de “sorprendente” la decisión de LaLiga y ha cuestionado la objetividad del proceso de adjudicación
La ausencia de Mediapro en esta nueva etapa ha generado controversia. En un comunicado, el grupo audiovisual ha calificado de “sorprendente” la decisión de LaLiga y ha cuestionado la objetividad del proceso de adjudicación. Según Mediapro, su oferta técnica y económica era “la mejor de entre todas las presentadas” y afirma que el procedimiento estuvo marcado por la falta de transparencia y los continuos retrasos.
Mediapro también niega algunas de las credenciales atribuidas a los adjudicatarios por parte de LaLiga, acusando a la organización de exagerar los méritos de HBS y TSA. Además, cuestiona la capacidad operativa en territorio español de la empresa suiza, a la que acusa de subcontratar servicios que, en muchos casos, acababan siendo ejecutados por la propia Mediapro en el pasado.