El Informe sobre el Estado de la Seguridad Cloud 2025, impulsado por Fortinet y elaborado por Cybersecurity Insiders, se presenta como una brújula en el mar cambiante de la ciberseguridad. Este estudio, que recoge las opiniones de más de 800 profesionales de diversas industrias y geografías, analiza las tendencias, desafíos y estrategias que marcan el pulso de la seguridad en la nube.
A medida que las organizaciones navegan hacia la adopción de la nube híbrida y multicloud, el informe revela no solo las oportunidades, sino también los obstáculos que deben superar.
Entre las principales conclusiones, destaca un notable aumento en la inversión en seguridad en la nube. Un 63% de las compañías planea incrementar sus presupuestos en los próximos 12 meses, lo que subraya la creciente importancia de proteger entornos híbridos y multicloud. Actualmente, la seguridad en la nube representa el 35% del gasto total en seguridad TI, lo que obliga a las organizaciones a reevaluar sus estrategias de inversión. En este sentido, es crucial considerar programas de licencias flexibles que permitan ajustar la infraestructura según las necesidades, como un acordeón que se expande y contrae al compás de la demanda.
El 82% de las organizaciones encuestadas aprovechan los entornos cloud para alcanzar mayor escalabilidad
Sin embargo, la adopción de la nube híbrida también está en aumento. Según el informe, el 82% de las organizaciones encuestadas aprovechan los entornos cloud para alcanzar mayor escalabilidad, flexibilidad y resiliencia. De hecho, la adopción de la nube híbrida ha crecido hasta un 54%, permitiendo la integración de sistemas locales con plataformas de nube pública. No obstante, este avance no es un camino sin baches. El cumplimiento normativo se erige como una barrera significativa; el 61% de los encuestados señala que las preocupaciones de seguridad y cumplimiento son obstáculos clave. Las configuraciones incorrectas y las violaciones de datos son problemas apremiantes, especialmente para sectores como el de la salud, donde la protección de datos sensibles es crítica.
Además, la escasez de personal en el ámbito de la ciberseguridad afecta negativamente a la adopción de la nube. Un 76% de las organizaciones reconoce la falta de personal y experiencia, lo que limita su capacidad para implementar soluciones de seguridad efectivas. Esta realidad pone de manifiesto la necesidad de formación y desarrollo de habilidades específicas, como si se tratara de construir un puente sólido sobre un río turbulento.
Por otro lado, la falta de confianza en la capacidad de detección de amenazas es alarmante. Solo el 36% de los encuestados se siente seguro de que su organización puede detectar y responder a las amenazas en sus entornos cloud. Esta desconfianza resalta las vulnerabilidades inherentes a las arquitecturas actuales, especialmente en configuraciones híbridas y multicloud complejas.
Frente a estos desafíos, el informe subraya la importancia de crear una postura de seguridad resiliente. Para ello, se proponen pasos críticos, como la adopción de plataformas unificadas que simplifiquen la gestión de políticas y garanticen coherencia en todos los entornos. Además, es fundamental invertir en formación para cerrar la brecha de habilidades en ciberseguridad y aprovechar plataformas CNAPP que integren herramientas avanzadas para proteger las cargas de trabajo.
El uso de cifrado de extremo a extremo y la remediación automatizada de riesgos son esenciales para mejorar la protección de datos. Las tendencias emergentes, como la detección de amenazas impulsada por IA y el auge del Edge Computing, también jugarán un papel crucial en la evolución de las soluciones de seguridad en la nube.