Para contextualizar, es importante mencionar que estas normas revisadas presentan diversas modificaciones en el reglamento de diseño ecológico que se presentó en 2008 sobre el modo de espera, el modo desactivado y el modo de espera en red. Este reglamento fue actualizado por última vez en 2013, después de un ejercicio desarrollado por el Parlamento Europeo y el Consejo.
En lo que respecta a las características de estos cambios, valoran la evolución tecnológica y del mercado en los últimos años y expanden el ámbito de aplicación de las normas por lo que se incluyen los productos con una fuente de alimentación externa de bajo voltaje.
Lograr un menor consumo eléctrico de los productos cuando están en modo de bajo consumo
Como esta medida se basa en lograr un menor consumo eléctrico de los productos cuando están en modo de bajo consumo, la Comisión estima que se conseguirá un ahorro energético anual de 4 teravatios por hora (TWh) de cara a 2030. Esto equivale a un ahorro anual de 1,36 millones de toneladas equivalentes de CO2.
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Finalmente, es importante recalcar que esta caída en las emisiones de CO2 puede suponer un ahorro total aproximado para los consumidores de 530 millones de euros anuales también de cara a 2030. Y esto no es todo, también permite el acceso con más facilidad a la información sobre el consumo de energía en modo de espera de los productos que adquieran.