Esta solución busca ser una ayuda para aumentar la productividad, acelerar las ideas y alimentar la curiosidad de los usuarios. Con este nuevo paso, Google abre Bard a un reducido grupo de usuarios (por el momento sólo en Estados Unidos y Reino Unido) para poder testarlo, gracias a lo cual se seguirá entrenando el sistema.
Bard está basado en el modelo lingüístico de investigación LaMDA y se actualizará con modelos más nuevos y capaces a lo largo del tiempo. Este sistema actúa como un motor de predicción, de modo que cuando se le pide algo, genera una respuesta seleccionando, palabra por palabra, las que vengan a continuación, pero con cierta flexibilidad para facilitar la creatividad.
La Inteligencia Artificial amenaza el modelo de negocio 'Google' de los medios de comunicación
Leer más
Entrenado junto a humanos
Asimismo, Google se muestra consciente de que a pesar de ser “una tecnología apasionante, no están exentos de defectos”, por ello pueden proporcionar información inexacta, engañosa o falsa a pesar de mostrarla con confianza, ya que el sistema aprende de “una amplia gama de información que refleja prejuicios y estereotipos del mundo real”.
De este modo, el sistema Bard permitirá elegir entre varios borradores diferentes de su respuesta para poder elegir el mejor punto de partida. A partir de ahí, se puede seguir colaborando con Bard, formulando preguntas de seguimiento o pedirle que lo intente de nuevo.
Así, Bard actúa como una interfaz directa a un modelo lingüístico de investigación y Google lo ve como una “experiencia complementaria a la Búsqueda de Google”, de modo que a través del buscador se podrá hablar con Bard.