Las empresas de semiconductores GlobalFoundries, con sede en Estados Unidos, y United Microelectronics Corporation (UMC), el segundo mayor fabricante de chips de Taiwán, han iniciado conversaciones para una posible fusión.
Según avanza la agencia Nikkei, esta unión daría lugar a una compañía con una huella de fabricación global, abarcando Asia, Estados Unidos y Europa, y permitiría fortalecer la cadena de suministro estadounidense en medio de las crecientes tensiones geopolíticas en el estrecho de Taiwán y la competencia de China en el mercado de chips maduros.
El plan de fusión entre GlobalFoundries y UMC se alinea con los esfuerzos de Washington para reducir su dependencia de la producción taiwanesa de semiconductores y garantizar el acceso a chips maduros en un contexto de incertidumbre geopolítica. La compañía resultante priorizaría las inversiones en investigación y desarrollo dentro de Estados Unidos, con la posibilidad de posicionarse como una alternativa a Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), el mayor fabricante de chips a nivel mundial.
Actualmente, TSMC mantiene una posición dominante en el mercado de chips tanto avanzados como maduros, con una inversión de más de 100.000 millones de dólares en EE.UU. Sin embargo, este movimiento ha generado preocupaciones en Taiwán sobre una posible pérdida de competitividad en su industria nacional de semiconductores.
Regulaciones y desafíos de la fusión
A pesar del interés de ambas empresas, el acuerdo podría enfrentarse a obstáculos regulatorios en Taiwán y China. El gobierno chino ya ha bloqueado adquisiciones previas en el sector, como la compra de Tower Semiconductor por parte de Intel. Además, Estados Unidos ha presionado en los últimos años para que las compañías taiwanesas aumenten su producción dentro del país, con iniciativas que incluyen el incentivo a UMC para establecer plantas en suelo estadounidense, una opción que la empresa descartó por los altos costos operativos.
Además, hay que tener en cuenta la estructura de propiedad de las compañías. GlobalFoundries, aunque tiene sede en EE.UU., es mayoritariamente propiedad de Mubadala Investment Co., el fondo soberano de Abu Dhabi, lo que podría generar dudas sobre el respaldo del gobierno estadounidense a la fusión.
UMC y GlobalFoundries tienen una participación similar en el mercado global de fabricación de chips por contrato, estimada en un 5,1% para los taiwaneses y 4,8% para los estadounidenses. En 2023, UMC registró ingresos de 232.300 millones de dólares taiwaneses (6.610 millones de euros) y unos beneficios netos de 47.200 millones de dólares taiwaneses (unos 1.314 millones de euros), mientras que GlobalFoundries reportó pérdidas netas de 245 millones de euros sobre ingresos de 6.240 millones de euros.
Ambas empresas se enfrentan a una creciente competencia por parte de Semiconductor Manufacturing International Corporation (SMIC), el mayor fabricante de chips en China, que en 2024 superó a UMC en ingresos, consolidándose como la tercera mayor fundición de semiconductores del mundo. El respaldo gubernamental chino ha impulsado el crecimiento de SMIC, permitiéndole superar a compañías europeas como NXP, Infineon y STMicroelectronics, entre otras.
Para mitigar los riesgos geopolíticos, UMC ha buscado diversificar su presencia internacional. En 2024, estableció una alianza con Intel para desarrollar chips de 12 nanómetros y expandió sus operaciones en Singapur. Según su director financiero, Chitung Liu, UMC no está negociando activamente ninguna fusión en este momento, aunque mantiene comunicación con diversos gobiernos y actores clave de la industria.